miércoles, 29 de junio de 2011

Seguimiento de la Huelga General en Grecia 28-29 de Junio

Aquí dejamos información que desde LaHaine llega sobre la huelga en Grecia tras aprobarse en el parlamento el famoso "plan de rescate".


Seguimiento minuto a minuto día 29 de Junio: 
2ª Jornada de huelga en Grecia: El Parlamento aprueba el "plan de austeridad", la calle arde

Crónica día 28 de Junio: 
Huelga de 48 horas en Grecia: La resistencia es generalizada

Comunicado de la Asamblea Syntagma ante la Huelga General en Grecia:
 Nuestra cita combativa para el 28 y 29 de junio. Faltan pocas horas para la movilización que llevaremos a cabo en toda Grecia durante los días 28 y 29 de junio. Todo apunta a que los dos días de huelga general pueden dar lugar a un levantamiento en todo el país, un levantamiento que será la tumba del paquete de recortes del gobierno. Esta batalla no es importante solo para nuestro futuro, es una luz de esperanza para todos los pueblos del mundo que quieren tomar la vida en sus manos. Es el punto de partida de un nuevo rumbo.
El 28 de junio nos concentramos desde las 9 de la mañana en la plaza de Syntagma para esperar la llegada de las manifestaciones de los trabajadores en huelga y unirnos en la plaza. A las 6 de la tarde dará comienzo un gran concierto popular que durará hasta bien entrada la noche.

El 29 de junio coordinamos nuestras fuerzas para poner en práctica el cerco total del Parlamento. Las asambleas de los barrios del norte de Atenas se concentrarán desde las 8 de la mañana en el metro de Evangelismós. Allí estarán las asambleas de Ayia Paraskeví, Jalandri, Jolargós, Papago, Soografo, Glicá Nerá, Palini, Galatsi, Amarusi, Hiraclio, Nea Ionía, Patisia, Nea Filadelfia, Guisi, Pireo, Ambelóquipi-Hospital de la Cruz Roja, Poligono. Las asambleas populares de los barrios del sur y del este se concentrarán desde las 8 de la mañana en el estadio de Calimármaro. Allí estarán las asambleas de Nea Smirni, Bironas, Ayios Dimitrios, Bula-Bari, Neos Cosmos, Petrálona-Cisío-Cucaqui, Elinicó. Los barrios del oeste, Petrúpoli. Egáleo, Peristeri, Jaidari, Ayii Anaryiri-Camateró, se concentrarán en Síntagma, en la calle Amalías con Basilisis Sofías. Los sindicatos de base y las asambleas del resto de Grecia participarán también en diversos puntos de la concentración.

Para la gente que vendrá de otras partes de Grecia se han preparado lugares de alojamiento. Las personas que por cualquier motivo no puedan participar a pie en las concentraciones es importante que ayuden en el cerco con sus coches desde las 8 de la mañana, podrán participar en una “manifestación” motorizada. Si varios centenares de automóviles circulan a una velocidad de entre 10 y 20 quilómetros por hora en las avenidas Quifisías, Mesoyíon y Mijalacopúlu y regresan por vías alternativas cuando los desvíen los agentes de circulación, podrán crear un enorme problema para el acceso de los diputados al Parlamento. Insistimos en que seguiremos manteniendo como hemos hecho desde el 25 de mayo hasta el día de hoy nuestro carácter masivo y nuestra determinación como principales armas de lucha. Pedimos a todo el mundo que respete y que salvaguarde esta opción.

Al gobierno y a los comisionados de la Troika les advertimos: que no piensen que van a lograr romper nuestra movilización mediante la represión.

A lo que ha dicho el sr. Pangalos de que hay que elegir entre “el paquete de medidas o los tanques” le contestamos que “de casta le viene al galgo…”, ¡que se acuerde de su abuelo! (el abuelo del vicepresidente del gobierno, T. Pangalos, fue general responsable del golpe de estado de 1925 y nombrado primer ministro a consecuencia del mismo durante la dictadura de 1925-1926).

No nos marcharemos hasta que no se vayan ellos y sus opciones de “paquetes de medidas o tanques”.

Las plazas son nuestras. La razón está de nuestro lado. Reivindicamos lo evidente:LIBERTAD – JUSTICIA – DIGNIDAD

Tengamos confianza en nuestras fuerzas. O nosotros o ellos.

Estamos condenados a vencer. ¡El paquete de medidas NO PASARÁ!

¡Democracia directa ya!

La asamblea popular de la plaza de Síntagma, a 26 de junio de 2011.


Nuevo comunicado tras la huelga: No nos dan miedo… ¡Nos hacen levantarnos! 
Denunciamos el plan organizado del gobierno de vaciar la Plaza de Sintagma, plan que se ha puesto en práctica los dos últimos días. Hoy, 29 de Junio, la orgía de violencia y de represión se culminó con ataques sin justificación ni provocación alguna. Ataques con todo tipo de medios contra manifestantes pacíficos: ahogaron la Plaza de Sintagma con químicos, hirieron a más de 500 manifestantes, se dedicaron a perseguir a miles de manifestantes por todas la calles del centro desde Placa hasta Monastiraqui, los persiguieron con motociletas de la policía y antidisturbios, incluso dentro de los cafés, los restaurantes, las tiendas y los hoteles.
Es el gobierno el único responsable y quien tiene rendir cuentas por el ataque brutal de 29 de Junio, una muestra de la “democracia de acero” del FMI, de los mercados y de la Troika. Es el único responsalbe -lo acalaramos- de todo lo que va a pasar durante la noche. Exigimos que se retiren inmediatamente las fuerzas de represión, terroristas.
De nuestra vida somos responsables nosotros. Nosostros y nosotras, los miles que todavía estamos en las calles, que todavía resistimos, que todavía seguimos nuestra lucha. Nosotros y nosotras no permitiremos a nadie aplastar a la democracia verdadera y la libertad que renacen cada día, desde hace 36 días en todas las plazas del pais.
Todos y todas mañana, a las 18.00 a la Plaza de Síntagma. ¡CONTINUAMOS!
No nos vamos hasta que no vayan.
Son 155, nosotros somos millones.

 

martes, 28 de junio de 2011

[Miquel Amorós] Pensamientos intempestivos al acabar de sonar el tambor

Cuando los excesos de la dominación generan protestas cuya realidad queda certificada por los medios se produce una ilusión de conciencia, un despertar aparente que parece anunciar la reaparición de la cuestión social y el retorno del sujeto destinado a protagonizar un nuevo cambio histórico. Sin embargo, al comprobar el carácter trivial y frívolo de las reivindicaciones centrales y al oír las repeticiones chabacanas de las ideologías progresistas, se nos disipan las dudas respecto a lo que realmente ha vuelto a través de la protesta consentida, que no es otra cosa que el cadáver del sujeto. La cuestión social continúa sin plantearse en profundidad, mientras que todos los muertos guardados en los armarios de las ideologías salen de paseo. A pesar del contenido de verdad que tenga, una protesta que flote en aguas estancadas junto a los restos podridos de otras seudoalgaradas anteriores no es el lugar más propicio para la reformulación de un proyecto de cambio real. Aunque se dote de mecanismos horizontales de toma de decisiones, aunque se constituya en asamblea, quienes toman la palabra en ella son en su mayoría impostores o aprendices de impostores. La razón se siente impotente ante la avalancha de lugares comunes extraídos del vertedero de la Historia, constatándose que la dominación capitalista –el sistema—no ha retrocedido un ápice, y que más bien, manipulando a sus víctimas, ha creado una falsa oposición civil con la que disipar los fuegos de la rebelión. No podía ser de otro modo. La clase obrera fue derrotada irremisiblemente hace treinta años y en su lugar no quedaron más que despojos que el sindicalismo minoritario no consigue ni conseguirá jamás revivir, coexistiendo con un gueto juvenil de militantes y refractarios, reducido y parcialmente empantanado. Nada con lo que reemprender lo que Hegel llamaba “el rudo trabajo de la inteligencia” con la que ilustrar a las nuevas generaciones, que, cuando hayan de echar mano al concepto, se darán de bruces con el tópico.

En todas las nuevas protestas espectaculares dos rasgos comunes están siempre presentes: primero, una gran cantidad de amigos sospechosos, que desde los medios oficiales ponderan, reargumentan y justifican la protesta propiamente descafeinada, de la que podan con firmeza sus brotes radicales. Segundo, una voluntad obsesiva de no buscarse enemigos, ni en las fuerzas del orden, ni en los partidos, ni en el Estado, ni en la mismísima economía, puesto que todas las propuestas de máximos o de mínimos, por extrañas que suenen, caben dentro del sistema (otra cosa es que el sistema decida incorporarlas). De ahí el pacifismo enfermizo, su reverso lúdico-festivo, la ambigüedad ante las elecciones y la preferencia por medidas que impliquen más poder estatal o mayor desarrollo económico (más capitalismo), rasgos que determinan una ideología específica, el ciudadanismo, reflejo exacto de una manera de pensar en vacío que arraiga sin problemas en el terreno abonado de la contestación baladí. Al menos una cosa ha de quedar clara: la protesta ciudadanista no cuestiona el sistema, no persigue subvertir el orden establecido, ni quiere poner otro en su lugar. Lo que quiere es participar, así que no postula un modo de vivir (y de producir) radicalmente opuesto al modo vigente. Su programa, en caso de confeccionarse, no iría más allá de reformas destinadas a abrir vías a la colaboración institucionalizada y a repartir las consecuencias de la crisis económica con la clase dominante de forma más equilibrada. Es una simple llamada de civismo a la dominación. Nada de cambiar la condición de asalariado, votante, automovilista e hipotecado, sino preservarla –si eso es posible- con empleo estable, reformas electorales y salario suficiente. La condición proletaria subsiste, pero disimulada bajo una supuesta condición ciudadana. El combate por su abolición ya no es una disputa encarnizada entre clases por el control y gestión del espacio social como sucedía en tiempos pasados, sino el ejercicio tranquilo de un derecho político en el marco de un Estado asequible y neutral.

¿Existe realmente la “ciudadanía”? ¿es una nueva clase? Son preguntas que para responderse deberíamos tener presente una verdad incuestionable: que ni el proletariado industrial residual ni su heredero contemporáneo la masa asalariada son intrínsecamente revolucionarios, ni objetiva ni subjetivamente. La principal fuerza productiva es el conocimiento, no el trabajo manual; por otra parte, en el lado del sujeto, las luchas simplemente reivindicativas no destruyen al capitalismo, sino que lo modernizan gracias a la burocracia laboral que han generado. El aparato sindical y político disuelve la conciencia de clase y facilita la integración y la sumisión. Además, el crecimiento de la producción es fundamentalmente destructivo, por lo que el trabajador no puede inhibirse de las consecuencias de su propio trabajo y mucho menos desear autogestionarlo. La clase obrera ha concluido su rol histórico, ligado a una etapa de desarrollo capitalista ya finiquitada, y sus sucedáneos actuales no pueden tener otro sin condenar la función que desempeñan en el sistema y afirmar la necesidad de segregarse, pero sin conciencia y sin moral eso no es posible. El fin del proletariado como clase deja el terreno de la lucha social abandonado, sin sujeto, a merced de las clases intermedias que el propio sistema fragmenta, dispersa y excluye igual que hace con las clases laboriosas, en cuyo seno no florece de nuevo la vieja teoría revolucionaria del proletariado, sino la moderna ideología ciudadanista, esgrimida como arma antirradical y herramienta de cooptación por cuantos partidillos, grupúsculos, redes y candidaturas pululan en las protestas de la posmodernidad, infiltrándolas, banalizándolas y corrompiéndolas. Igual que pasó cuando había lucha de clases, el izquierdismo contribuye a la modernización sindical y política del capitalismo, sólo que entonces lo hacía en nombre del proletariado y hoy lo hace en el de una entelequia, la “ciudadanía”. El recurso a la ciudadanía, es decir, a todos los habitantes sometidos al Estado, es puramente retórico, como antaño el recurso al “pueblo.” La ciudadanía no existe, es un ente irreal que habita en la mentalidad progresista y sirve de sujeto postizo, de referente para todo. No obstante su inexistencia, se la encuentra en cualquier parte: del discurso del poder ha pasado al lenguaje militante de calle. Resulta de gran utilidad a quienes, como los izquierdistas, tratan de hacerse visibles e influyentes con las protestas generacionales infectándolas de ideología populista, de sectarismo manipulador y de sufrido obrerismo, a fin de que los radicales en formación presentes hagan como ellos o se asqueen y aparten. No lo suele conseguir a la primera, por lo que el mismo sistema le proporciona impulso a través de sus ingentes medios virtuales, realizando oscuras convocatorias y desencadenando procesos autocontenidos, que, proporcionando a los participantes unos días o unas semanas de gloria tolerada en la plaza, les provoquen la sensación de ser por un tiempo los amos del cotarro, como en Tahrir o en la Sorbona del 68. la operación puede escapársele de las manos, pero qué puede temer el sistema de las conductas derivadas de “la educación para la ciudadanía” promocionada en las protestas, que como una nueva moda se propagan entre la juventud de clase media que las constituye. ¿Cómo sobrecogerse por el hedonismo botellonero, la fanática no violencia, la animosa gestualidad, el consenso mutilador, la alegre cacerolada, la comunicación por Twitter..?. Dichos comportamientos son presentados como innovadoras prácticas de la libertad, por más que ese tipo de libertad abunde en las sociedades de esclavos y sirva de poco en los asaltos a los palacios de invierno. Pero ¿quién quiere, y, peor aún, quién puede asaltar hoy un centro de poder? Lo único que piden las protestas es diálogo y participación.

Estamos inmersos en un proceso duro de adaptación a la crisis llevado a cabo por el Estado según las directrices que marcan “los mercados”, un ajuste violento que deja víctimas por doquier: los trabajadores, los pensionistas, los funcionarios, los empleados públicos, los inmigrantes y … la juventud desclasada. Si la mayoría apenas tiene presente, con certeza los jóvenes –casi la mitad en el paro- tienen el futuro hipotecado, por eso protestan, pero no contra el sistema que les ha marginado, sino contra quienes consideran responsables, los políticos que gobiernan, los sindicalistas que callan y los banqueros que especulan. Las protestas marcan el inicio de una época confusa donde un tercio de la sociedad civil va a movilizarse de una u otra forma al margen de las instituciones, aunque no en su contra. No se siente bien representada en una democracia que “no lo es”, puesto que su gente no participa, por eso quiere reformarla. No quiere destruir el poder separado, sino separar los poderes constituidos. Para la clase media precarizada que se apropia del concepto burgués de democracia, Montesquieu no ha muerto, pero convendría recordar que Franco tampoco, que la democracia que “tanto costó conseguir” y que ella reivindica proviene de la reconversión pactada del aparato político-represivo de la dictadura, consolidada desde las cañerías y cloacas del Estado.

Las protestas transcurren en un medio considerado casi natural por quienes participan en ellas: el medio urbano. Sin embargo, se trata de un espacio creado y organizado por el capital, el más indicado para conformar y desarrollar su mundo. Las metrópolis y conurbaciones son los elementos fundamentales del espacio de la mercancía, un escenario neutralizado y monitorizado que funciona como fábrica, en donde la comunicación directa, y por lo tanto, la conciencia y la rebeldía, son casi imposibles. Cualquier revuelta verdadera ha de luchar por liberar el espacio de los signos del poder y abrirlo al encuentro en pro de la descolonización de la vida cotidiana; ha de ser una revuelta contra la sociedad urbana. La cuestión social es esencialmente cuestión urbana, por lo que el rechazo del capitalismo implica el de la conurbación, su recipiente idóneo. El punto de inflexión en el adiestramiento consumista y político puede producirse en esos dormitorios monitorizados llamados barrios, si las asambleas que consigan formarse durante las crisis devienen contrainstituciones desde donde pueda criticarse el modelo urbano metropolitano y confeccionarse un modelo alternativo en armonía con el territorio. En las asambleas de barrio representativas puede emerger un sujeto autónomo, una nueva clase que se resista a la problemática ciudadanista que llega de las plazas planteando y desplegando la cuestión urbana (autonomía del barrio, problemas logísticos, contacto real con el campo, ocupación de espacios públicos, recuperación del saber artesano, anticonsumo, lucha contra planes urbanísticos e infraestructuras, etc.). Nada de eso se colige de las protestas, que parecen encontrarse a gusto respirando el aire contaminado del ambiente urbanita, una porción del cual han convertido en ágora ciudadana, lugar en el que tienen carta blanca las vacuidades ciudadanistas. Sucede así porque la mentalidad de la clase media manda en la movilización y sus representantes llevan la iniciativa. Por eso la crisis social no se manifiesta sino como crisis política, crisis del sistema político, momento político de las recetas ciudadanistas.

El ciudadanismo es la ideología mejor adaptada a las conurbaciones, puesto que realmente no necesita de un espacio público para reproducirse, sino de algo que se le asemeje, una especie de espacio formal y simbólico en el que representar un debate aparente. Para que uno real pueda darse ha de existir un público real, una comunidad de lucha, pero una comunidad de ese estilo –un sujeto colectivo- es todo lo contrario de una asamblea ciudadana, agregado volátil de individualidades mutiladas que imita los gestos de la discusión directa sin concluir por lo tanto en la dirección requerida, pues cuidadosamente evita el riesgo rehuyendo el combate. Sus batallas son puro ruido y su heroicidad, nada más que pose. Una comunidad de lucha –una fuerza social histórica- solamente puede formarse a partir de una voluntad consciente de separación, de un esfuerzo desertor hijo de la oposición total al sistema capitalista, o lo que es lo mismo, del cuestionamiento profundo del modo de vida industrial, o sea, de la ruptura con sociedad urbana. Paro juvenil o recorte presupuestario, el punto de partida es lo de menos pues si los ánimos se caldean todos conducen al mismo sitio; lo principal reside en el logro de autonomía suficiente para desviarse de los cauces establecidos yendo al fondo de la cuestión –la libertad- sin mediadores “responsables” ni tutores vigilantes. Y eso no se consigue más que marcando distancias claras con el bando de la dominación y disponiéndose a una larga y ardua lucha contra ella.

Miquel Amorós
14-06-2011.

DRY ¿Quién tiene el mando a distancia?

Os dejamos el link al siguiente blog http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com/ donde podéis encontrar dos interesantes artículos hablando de quiénes se mueven entre las bambalinas de DRY y el movimiento 15M. Consideramos que el autor ha realizado un buen trabajo de investigación útil para dilucidar qué intereses se esconden tras esta vorágine ciudadanista.

También encontraréis un enlace a la charla presentación del libro Mando a Distancia “Herramientas digitales para la revolución democrática” en el Ateneo de Madrid el 14 de junio, acto que contaba con un buen elenco de personajes liberales de muy oscura procedencia. Miedito.

1er Artículo: En "Democracia Real Ya" no se cortan un pelo 

2º Artículo: En Democracia Real Ya siguen sin cortarse un pelo

Audio de la presentación del Libro “MANDO A DISTANCIA (herramientas digitales para la Revolución Democrática)”

[Opinión] Agua, Especulación Urbanística y Conflictividad Social en el Mediterraneo


Autónom@s Murcia Publicado en la Revista Ekintza Zuzena
Descarga el artículo aquí Artículo Ekintza Zuzena.
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AGUA, ESPECULACION URBANISTICA Y CONFLICTIVIDAD SOCIAL EN EL MEDITERRANEO.
  1. EL AGUA COMO FACTOR LIMITANTE DE LA EXPANSION CAPITALISTA EN EL MEDITERRANEO.
La última década del siglo XX, ha sido la década del despertar de las luchas por el agua en la Península Ibérica.  La escasez y la mercantilización del recurso hídrico, unido al proceso galopante de  contaminación agrícola e industrial, así como las polémicas entre partidos políticos por imponer un PHN que cubriera las necesidades de expansión de la Confederación de empresarios del arco Mediterráneo, pusieron de nuevo en candelero, el viejo conflicto por el agua.



Para resituar el conflicto del agua en el terreno de la guerra social o del enfrentamiento histórico entre poseedores y desposeídos, nos ha parecido interesante abordar desde diferentes perspectivas (geopolíticas y económicas) el proceso   de apropiación, desvalorización y mercantilización del agua a lo largo  del siglo XX.

Hasta mediados del siglo XIX, hito histórico marcado  por el advenimiento de la Revolución industrial, el agua de consumo humano no tenia precio en las regiones del Mediterráneo, y era considerada un bien común. Por tanto el acceso a fuentes, manantiales y aljibes estaba permitido para personas y animales, aunque éstas se encontraran en terreno privado. Por otra parte, los agricultores del Levante,  habían venido considerando tradicionalmente al agua,  como un bien escaso, comunal y autogestionado, cuyo uso, reparto y concesión se reglamentaba a través de síndicos, juntas o comunidades de regantes. (Desde hace mas de 700 años, el Código de aguas del Reino de Aragón y el Tribunal de Aguas  de Valencia consideraba que el agua no tenia propiedad, que pertenecía  la tierra y su gestión correspondía únicamente a los usuarios).

Con el discurrir de los años, comenzaron a aparecer de las primeras compilaciones legales en esta materia (Ley de aguas de 1866), que significaría intervención declarada de la maquinaria del Estado, en la gestión de los recursos hídricos.  Este proceso de injerencia estatal, tiene  su punto álgido (punto de no retorno para la gestión comunal) con la creación de las Confederaciones hidrográficas en 1926, fruto de la aplicación de las políticas regeneracionistas de Joaquín Costa y Lorenzo Pardo (responsable del plan nacional de obras hidráulicas entre las que se incluye en Transvase Tajo-Segura) encaminadas a la reestructuración y modernización del capitalismo agrario en la fase de lo que llaman por ahí,” fordismo agrario”.

La construcción de grandes embalses, junto a la artificializacion de los cauces fluviales y los trasvases intercuencas, fueron las sólidas apuestas de los regeneracionistas, para potenciar el desarrollo del capitalismo agrario, desarrollo que pasaba necesariamente por incremento salvaje de las extensiones de regadío. El criterio de reestructuración del territorio, estaba regido por la visión economicista del Estado franquista en su fase de nacionalización de la producción.

El sistema hidráulico para la alimentación permanente de los regadíos, pasaba por la construcción masiva de pantanos y canales fluviales de abastecimiento, gestionados desde los organismos estatales en materia hídrica, que representaban las Confederaciones Hidrográficas.

Con la creación de las Confederaciones hidrográficas, la nacionalización del agua y la construcción de obras publicas, quedaba inaugurada la era del “fordismo” agrario en el estado español, o lo que es lo mismo, la era de la producción de mercancías en serie y del consumo de masas.

Todas las legislaciones  y las planificaciones estatales sobre agua posteriores a 1926, continúan sin duda, la estela regeneracionista de construcción de grandes obras hidráulicas, reforzándose la planificación hídrica a medida que se desarrollaba el siglo XX,  con la entrada de  las teorías neoliberales y las estrategias de gestión empresarial aplicadas al agua. La historia de la política hidráulica en el siglo XX es la historia del dominio de la economía sobre el agua.

Haremos un breve repaso a los hitos históricos que marcaron los sucesivos puntos de “no retorno” en el proceso de apropiación y mercantilización del agua:

a)     1971, año en el que terminan las obras  del trasvase Tajo-Segura, proyectado inicialmente en 1934, siendo ministro de fomento, el socialista Indalecio Prieto. Esta gigantesca obra fue la que sentó las bases para trasvasar agua de una cuenca atlántica a otra mediterránea. De esta manera, los recursos trasvasados, eran sometidos a un proceso de valorización monetaria (el agua se vende a un precio determinado a los usuarios), al tiempo que se desvalorizaba el agua como fuente de vida y socialización.

(La planificación hidrológica, tiene la capacidad de sustituir en  el imaginario colectivo, los valores simbólicos del agua  y transformarlos en un símbolo de valor. Nos referimos a que a través de la planificación, el agua  se convierte en un concepto tecnológico, ingenieril, en un producto industrial,  de compra venta, con una carga simbólica de muerte, por efecto de la gestión empresarial a la que es sometida. El binomio agua-vida queda invertido en binomio agua-muerte cuando se mira a través del espejo invertido de la gestión capitalista de los recursos.)

Ni que decir tiene que el Transvase Tajo-Segura, es el primero, de una serie de estrepitosos fracasos  ligados a la aplicación de las políticas regeneracionistas basadas en la construcción de obras hidráulicas y en la aplicación de la “vieja política de la oferta”.  No se puede paliar el déficit hídrico de una cuenca como la del río Segura, si no se controla la demanda de agua y la brutal reconversión de hectáreas de secano en regadío. El Trasvase Tajo-Segura se diseño inicialmente (1934) para trasvasar 1000 Hectómetros cúbicos/año, pero en el momento de su finalización (1971), trasvasaba un volumen real de unos 300 Hm. cúbicos/año. Es fácil hacerse una idea de la reconversión territorial que sufrió el Sureste ibérico bajo la perspectiva de la llegada de un volumen de agua muy superior al que realmente llegó. Esta política de las “falsas expectativas” desarrollada por el franquismo, dio lugar a que muchas de las miles de hectáreas  reconvertidas en regadíos ilegales, no pudieran ser abastecidas con un volumen real de 300 Hm. cúbicos. Por lo tanto el Trasvase Tajo-Segura, lejos de paliar la escasez de agua, la incremento brutalmente al no controlar las demandas de agua del agronegocio.

Al tiempo, este trasvase, fomentó la desertización y el abandono de las tierras, que una vez reconvertidas en regadíos, no podían ser abastecidas por un trasvase mal planificado, basado en el descontrol de la política de la oferta y en la propaganda del Estado franquista, generadora de unas “falsas expectativas”  que los agricultores tuvieron que sufrir en sus carnes.

40 años después vemos como la superficie de regadío  se ha vuelto a incrementar de manera notable en el Sureste ibérico, solo con  el rumor de la aprobación del trasvase del Ebro (de nuevo las falsas expectativas).  También observamos como nuevos “actores” han entrado en la escena hidrológica demandando ingentes cantidades de agua suelo y energía, para convertir al mediterráneo en el “geriátrico” de la Unión europea con la estandarización del modelo de vivienda tipo “resort” o duplex adosados, ubicados en los márgenes de un campo de golf o una instalación acuática de recreo.

La solución de las Confederaciones de empresarios al nuevo déficit provocado por el agronegocio y la mafia turístico-inmobiliaria, será un trasvase de la envergadura del Ebro o mayor y dentro de 10 años  pedirán agua al Rodano o al Rhin…La estupidez es una droga de la que nadie se quiere desenganchar.

b)     La ley de aguas de 1985 (PSOE), introduce el principio de planificación hidrológica  basada en el desarrollo de los  planes hidrológicos propios de cada cuenca. El agua a partir de la aplicación de esta ley, deja de ser un bien comunal para convertirse en un bien de dominio público (gestionado teóricamente por el estado). También se consideran de dominio público las aguas subterráneas, pero no así los pozos que captan agua de los acuíferos que tradicionalmente se consideran como privados. Esta ley socialista en realidad abre las puertas a la privatización del agua, deja manos libres a particulares y empresas para que gestionen el mercado de agua subterránea y abre la vía de las concesiones del abastecimiento urbano a empresas privadas.

c)      Reforma de la ley de Aguas 1999 (PP). Esta ley privatiza, desregula y liberaliza el negocio del agua en el único sector que aun no había sido liberalizado: los regadíos. Por otro lado, da rienda suelta a la privatización del sector, ya que facilita la compra-venta de agua a todos los niveles, dejando en manos del mercado, la tradicional gestión hídrica por parte de las administraciones del Estado.

También sienta definitivamente las bases de la liberalización del mercado del agua, ya que permite a grandes empresas y multinacionales obtener concesiones de construcción de obras hidráulicas, así como de gestión de desaladoras y depuradoras para la reutilización de aguas. La mercantilización es un hecho consumado y las mafias multinacionales  del agua (Aguas de Barcelona-ABGAR) se hacen cargo de la gestión de las “fronteras” en el flujo de agua, compuertas, tuberías, llaves de paso, contadores, recibos… Se disparan las tarifas de agua, todo el proceso de descontaminación, potabilizaciòn de agua y reparación de tuberías queda “externalizado” por parte de Aguas de Barcelona en el Levante, lo que quiere decir que todo el ciclo de descontaminación, depuración y mejora de tuberías lo pagan los usuarios mensualmente a través de un “impuesto revolucionario” obligatorio reflejado en los recibos de agua. Se impone la lógica del mercado como solución al “fracaso” del Estado.

d)     En el año 2000 entra en vigor la Directiva-marco sobre el agua en la Unión europea (Código penal de agua). Esta directiva, supone la aplicación del principio “quien contamina paga”, lo que quiere decir que las empresas que contaminen cursos fluviales, deberán pagar sanciones equivalentes al daño causado. En la práctica las sanciones son irrisorias y no incluyen la mayor parte de los aspectos del desastre ambiental y  dependen mucho de la empresa a la que se sancione. (ahí queda el ejemplo de la empresa Boliden y el desastre ecológico que desató en Aznarcollar-Huelva…)

Una de las  realidades de la aplicación del principio “quien contamina paga”, fue el impulso para el gran mercado de la descontaminación, desarrollado por empresas privadas que fabrican tecnología para tal fin, financiada con dinero publico.

e) El Plan Hidrológico Nacional del 2001(PP), propone la construcción de 118 pantanos, la creación de 1 millón de nuevas hectáreas de regadío y el trasvase de agua entre diferentes cuencas hidrográficas en función de su clasificación en “excedentarias” y “deficitarias” (trasvase del Ebro), como ya se hiciera con el Transvase Tajo-Segura. Junto a las grandes infraestructuras, este PHN propone que se comience a “controlar”  la demanda, a través de la aplicación de una política de precios adecuada, para lograr una gestión más efectiva los recursos hídricos.

A la luz de las propuestas del PHN del 2001, caemos rápidamente en la cuenta que los planes hidrológicos de finales del siglo XX y principios del XXI, son continuistas con la política “pantanera” franquista que se basaba en la construcción masiva de infraestructuras, con la salvedad de que durante el franquismo la planificación se limitaba a cubrir las necesidades  de los planes económicos del Estado, y en esto que llaman democracia, los PHN se dedican a cubrir las necesidades de las  empresas  del agronegocio y el “holding” turístico-inmobiliario. El PHN del PP esta especialmente diseñado para favorecer los intereses de los grupos empresariales, pero costeando el proyecto de construcción de trasvases con dinero publico. No es casualidad, que el Estado Español  ostente el triste record de ser el país del mundo con mayor cantidad de embalses por Km. cuadrado y habitante, en el que 1300 presas embalsan el 50 % del agua de todos los ríos. (Por algo llamaban a Franco, Paco Pantanos).

Con esta argumentación, se cumple  la premisa con la que iniciamos el articulo, de que el agua es uno de los factores limitantes para la expansión del capitalismo en el mediterráneo y que además de factor limitante, es un factor estratégico en la economía y que por  tanto, el agua ha de ser reconducida por todos los medios  a las zonas del litoral mediterráneo, donde su precio  se multiplica por efecto de la escasez y asegura un buen volumen de negocio para los empresarios.

2. PLANIFICACION HIDROLOGICA Y DESTRUCCION DEL TERRITORIO SON, A EFECTOS PRACTICOS, TERMINOS SINONIMOS.

Hacemos esta relación (planificación-destrucción) porque todos los efectos sociales o ambientales asociados a la ejecución de planes hidrológicos son considerados por el Estado y las empresas privadas adjudicatarias como “daños colaterales.

Al analizar la política hidráulica post-franquista  y su visión de “daños colaterales” no podemos dejar pasar por alto, la decisión del gobierno del PSOE en 1985 de retomar y llevar adelante, el viejo sueño franquista de represar los ríos Iratí y Urrobi ubicados en los valles de Artzi/Arce y Longuida (Pirineo navarro) a pesar del riesgo evidente de catástrofe, asociado a los movimientos sísmicos y a la geología del terreno donde se ubica el pantano de Itoiz.

El proceso destructivo no se frenó con el pantano de Itoiz, ya que del pantano, nace el canal de Navarra, faraónica obra que recorre gran parte del territorio navarro, arteria hídrica para los regadíos hiperproductivos de la comunidad foral y orgullo del UPN.

La estrategia seguida por la clase política para justificar este  proyecto no tiene desperdicio:

  - Construir primero la presa y decidir mas tarde, el destino, los destinatarios y las funciones del agua disponible.
  - Bajo la excusa de llevar agua para riego y consumo humano, han conseguido reconvertir  miles de hectáreas de secano en regadío.

Con esta maniobra se refuerza el dominio y el control de la producción por parte de los grandes “lobbys” del negocio agrícola en tierras navarras (los agricultores tradicionales por efecto del monopolio empresarial pasan a ser jornaleros), y ya de paso se planifican campos de golf y complejos turísticos en la ribera del Ebro (han sido expropiados 7 millones de m cuadrados como regalo a las empresas constructoras para levantar complejos turísticos).

Tras la construcción del pantano Itoiz-Canal de Navarra han sido considerados como “daños colaterales”: la inundación de 9 pueblos pirenaicos situados en valles de gran valor ecológico, quedando afectadas 3 reservas naturales y 2 zonas ZEPA (zona de especial protección para las aves). A nivel social, políticos y empresarios,  desarrollaron un abanico amplio de estrategias de extorsión, sobornos, amenazas, incumplimiento de sus propias leyes, falsificación y ocultación de documentos, manipulación de estudios de impacto ambiental, etc. A nivel humano, arruinaron las vidas de las personas que habitaban los valles, la comunidad foral desplegó un proceso  represivo sin precedentes, sobre los colectivos y organizaciones en oposición al proyecto y por ultimo encarcelaron a los compañeros/as Solidari@s por utilizar el ecosabotaje (corte de cables del pantanos) como herramienta legitima de defensa.

El caso de Itoiz o el recrecimiento del embalse de Yesa (Aragón) son 2 buenos ejemplos que nos sirven para clarificar que, a efectos prácticos, planificación hidrológica y destrucción del territorio son sinónimos. Si nos detenemos a echar un vistazo a la geografía ibérica, caemos rápido en la cuenta de que el proyecto destructivo asociado al agua iniciado en tierras navarras y aragonesas, esta íntimamente conectado con el proyecto destructivo que esta arrasando el litoral mediterráneo,  a través del trasvase de Ebro.

El trasvase del Ebro, es ese “oscuro objeto del deseo” con el que sueña la Confederación de empresarios del arco mediterráneo, para terminar de desplegar  con toda su virulencia, el “tsunami urbanizador” (devorador de terreno, energía y espacios naturales), que ha impuesto el hormigón como material preferente en el Levante.  Y es también el combustible que hace funcionar la apisonadora “del capitalismo verde” que artificializa el paisaje y contamina la tierra, reestructurando la vida de miles de trabajadores  que acuden a la llamada  precaria de los invernaderos de alto rendimiento.

La razones para elegir el litoral mediterráneo como zona estratégica en el proceso de “valorización” capitalista” son varias:

1. Porque  se concentran las grandes zonas de invernaderos y huertas hiperproductivas, hasta el momento los mas rentables en el mercado europeo.
2. Por la abundancia de mano de obra inmigrante, sometida a un severo régimen de explotación y precariedad laboral. Este factor hace que la industria turística y agrícola, sean competitivas en el mercado.
3. Por que el clima favorece la apisonadora del turismo masivo, primera industria española, que cada año, requiere más infraestructuras, más territorio, más alojamientos y más agua para uso recreativo.
4. Porque en el mediterráneo, se concentra en mayor volumen de electores.

3. POLITICAS DE CONSENSO Y COOPERACION SOCIAL:
AGUA PARA TODOS VERSUS AGUA PARA SIEMPRE

Las fracciones que se disputan el poder en el Estado español (socialdemocracia y derecha populista) se han visto obligadas a construir  2 tipos de discurso de consenso o cooperación social, con el fin de  evitar la extensión de un conflicto latente, que podía quebrar de una vez por todas la paz social impuesta y dejar al descubierto las relaciones de dominación implícitas a la gestión capitalista del agua.

El primer discurso a analizar, seria el discurso  tardo-franquista,  abanderado por las hordas  del PP y la Confederación de empresarios (CEOE) que ahonda en la política continuista de las grandes obras hidráulicas (embalses y trasvases) como solución a esa “enorme injusticia de la naturaleza, al haber creado una España húmeda y una seca”.

En el Levante (Comunidades valenciana y murciana), el slogan “agua para todos”, es la idea fuerza que resume el programa político del PP en materia de planificación hidrológica y que le esta garantizando la mayoría absoluta durante un buen puñado de años. Estas 3 palabras “agua para todos” aparecen impresas masivamente en pancartas que aparecen colgadas en balcones consistoriales, instituciones oficiales, sedes de la confederación de empresarios y campos de fútbol,  y nos recuerdan salvando las distancias, a los carteles que aparecían en las puertas de acceso a los campos de concentración nazis, en los que se podía leer, “El trabajo os hará libres”, solo que trasformados en “el agua os hará libres”.

En realidad lo que verdaderamente simboliza el slogan “agua para todos”, es el pacto de sangre que hizo el PP en el año 2000, con la Confederación de empresarios del arco mediterráneo, pacto por el cual los altos cargos del PP, ebrios de mayoría absoluta, afirmaron con toda rotundidad que el Transvase de Ebro” seria aprobado bajo cualquier circunstancia y que con él, se podría cubrir sin reservas, el volumen de requerimientos “hídricos” con el que el empresariado mediterráneo venia soñando desde hace años. Pero por la boca murió el PP y el trasvase del Ebro fue finalmente derogado. Una vez mas la política de las “falsas expectativas” hizo acto de presencia.

Tal y como ocurrió con el Trasvase Tajo-Segura, el anuncio de la llegada de un volumen de agua al Levante, como el que contemplaba el PHN del PP, excitó sobremanera a la confederación de empresarios, poniendo en marcha un proceso de  reestructuración económica sin precedentes a partir del año 2000.

Nos remitimos a algunos datos que pueden explicar este “efecto dominó”:

 - En la región de Murcia, a partir de 2001, se recalifican miles de hectáreas de suelo agrícola a suelo urbanizable. Muchas de las huertas tradicionales de la vega del Segura ven firmada así, su sentencia de muerte, dejando paso a urbanizaciones e isletas residenciales tipo resort.

 - Se proyectan un total de 300.000 viviendas y 40 campos de golf en un periodo de 10 años.

 - Se calcula que la población se multiplicara por 5.

 - Se reconvierten ilegalmente miles de hectáreas de secano en regadío incrementando más si cabe el déficit hídrico de la región.

(Esto solo con el anuncio de que va a llegar agua)

La contrapartida del PSOE a la campaña “agua para todos”,  es bastante mas inteligente que la anterior, ya que se nutre de muchas de las posiciones del vivero ecologista y viene orquestada desde el Ministerio de Medio Ambiente entorno al denominado Programa Agua. La idea fuerza que resume los planteamiento de la socialdemocracia  ambientalista es el slogan “agua para siempre”.

Lo interesante de este programa Agua, es que se alimenta de varias de las propuestas que formula  la denominada Nueva Cultura del Agua. El enfoque de la Nueva cultura del agua, se basa fundamentalmente en la paradoja de la Sostenibilidad o del desarrollo sostenible, y entre sus propuestas de gestión hídrica y economía ambiental podemos destacar los siguientes aspectos:

- Generalización de la desalación como alternativa a los trasvases.

- Gestionar el agua con políticas de control de la demanda y no de   aumento de la oferta.

- Generalizar la depuración y reutilización de aguas residuales.

- Reducción de la contaminación de aguas superficiales y subterráneas

Digamos que los planteamientos de la Nueva cultura del agua,  diagnostican acertadamente la crisis, pero se despreocupan de los elementos causales que originan realmente la crisis, por considerarlos inevitables. Se rehuye en cierto modo, el debate social de fondo, en aspectos fundamentales como el modelo territorial insostenible, la producción agrícola sucia y contaminante, la conversión del agua en un producto industrial, precio o gratuidad de un recurso imprescindible para la vida….

Es curioso apreciar como a través del concepto de  “desarrollo sostenible” tanto gobierno y patronal como colectivos sociales ecologistas han conseguido hablar el mismo lenguaje y utilizar los mismos mecanismos a la hora de establecer sus propuestas entorno a la gestión y conservación del agua. Entre estos mecanismos podemos destacar, la reducción del consumo del agua, mejora de las técnicas de riego, rehabilitación y reemplazo de redes, reutilización o reciclaje de aguas residuales, tarificacion de los consumos medidos por contador y por supuesto la política de gravámenes monetarios para quien contamine (quien contamina paga).
En realidad todas estas propuestas de “Sostenibilidad” entorno al recurso hídrico se centran en 2 cuestiones fundamentales:

a) Forzar la tecnificación de las empresas para que sean mas “eficientes” en la actividad que desarrollan, contaminando menos. Se trata de materializar  ese termino, que los planes de gestión de calidad empresariales llaman “mejora continua”, que tiene como objetivo el aumento de la competitividad y del volumen de negocio.    Por ese motivo,  el desarrollo sostenible es un invento ecologista fabuloso para los empresarios, ya que da buena imagen  cara a la sociedad, abre nuevas perspectivas de marketing como empresa “limpia” y les posibilita obtener concesiones de la administración si respetan el código del desarrollo sostenible  . El ecocapitalismo vende y se impone como estrategia moderna de “autovalorizacion” capitalista.

Para los ecologistas oficiales,  el desarrollo sostenible también es un buen invento, ya que les convierte en interlocutores validos en los conflictos ambientales y les consolida como fracción especializada que vela por las buenas prácticas ambientales  de ayuntamientos y empresas. Las bases para el desarrollo de un cuerpo de policía ambiental están creadas.

b) La aplicación de principio “quien contamina paga” (eje del concepto de desarrollo sostenible), se traduce a fin de cuentas, en una batería de impuestos finales en las tarifas de agua para destinar lo recaudado al medioambiente (ecotasas, aplicación de tecnologías de desalación, depuración, desinfectación, retirada de basuras, mejora de redes…). Es decir se carga sobre el salario de los trabajadores, todo el peso del desarrollo sostenible, en lugar de cargarlo sobre la plusvalía de los empresarios. (Recordamos que el volumen agua asignado a uso urbano es un 10% del total de agua que se consume, el 90% restante es consumido por la agricultura y la industria).

Al observar  los anuncios publicitarios y la propaganda  reciente del ministerio de Medio Ambiente, vemos que va orientada en el sentido de presentar el desarrollo sostenible como una nueva obligación cívica  para  los ciudadanos, a los que de manera velada, les presenta como parte responsable de la crisis del agua y su despilfarro. Se esta fabricando una  especie de ideología ciudadanista de la supervivencia entorno al tema medioambiental mediante la que nos van convenciendo de que a base de pequeños gestos domésticos-cotidianos como cerrar el grifo al lavarse las manos, ducharse rápido, distribuir las basuras en sus contenedores respectivos, etc., se puede ayudar a mitigar la crisis ambiental que amenaza al  planeta. Esta ideología del buen ecociudadano lleva implícita la ausencia de enfrentamiento directo con las fracciones que verdaderamente despilfarran el agua y contaminan el planeta.

Para entender, esto de “agua para todos” y “agua para siempre” haremos un juego de símiles entre la economía del agua y la economía de las fábricas.

Las fábricas tradicionales (fordistas) se dedicaban a producir mercancías y almacenarlas en “stock”, para luego trasvasar estas mercancías a los centros de consumo de masas donde se aseguraba un buen volumen de negocio.

Este planteamiento de gestión, coincidiría con el programa del PP entorno al tema del agua, así, los embalses y acuíferos serian las fábricas donde se almacena agua industrial  y los trasvases serian las infraestructuras (carreteras) que llevan el agua a donde hay un mayor volumen de negocio (el litoral mediterráneo, en nuestro caso)  donde el agua se paga a un precio infinitamente superior al costo total de almacenaje en el pantano y distribución.

.Se trata de  ofertar masivamente  agua sin controlar  la demanda. En esto se resume el slogan “agua para todos”, agua disponible para todos los que puedan pagarla.

El caso de las fábricas modernizadas es algo diferente, las fábricas  son más pequeñas, se han fragmentado y difuminado por el territorio (descentralización productiva). Su forma de organizar  la producción busca terminar con los grandes almacenamientos o “stocks”,  y permite a los empresarios  trabajar en función de las calidades y la demanda que exija el mercado.

Estas fábricas utilizan tecnología punta para ser eficientes, acentúan la importancia de los planes de ahorro y eficiencia a través de sistemas de gestión de calidad y gestión medioambiental, depuran vertidos e implantan planes de ahorro energético.  La flexibilidad a todos los niveles de organización y producción, se convierte en la nueva consigna de la patronal. Se impone en las fabricas modernas el termino de  “eficiencia”, que tiene como objetivo   “satisfacer las necesidades de los clientes” y de paso aumentar el volumen de ganancias.

Con el asunto del agua ocurre un poco  lo mismo, para el Programa Agua del PSOE, ya no son los embalses  las nuevas fábricas de recursos hídricos, sino las depuradoras (EDAR) y las desaladoras. Las depuradoras y desaladoras están siendo diseminadas por todo el territorio siguiendo las directrices de la descentralización productiva y la flexibilidad capitalista aplicada al tema del agua.

Las depuradoras y desaladoras son los nuevos centros productivos, altamente tecnificados que tienen la ventaja de satisfacer más necesidades con menos agua, al tiempo que tienen la capacidad de  producir agua industrial con  “calidades de fábrica diferentes”, a gusto de cada “cliente”:  Se produce agua reciclada baja en sales para cultivos frutales, agua de estaciones EDAR para jardines y campos de golf, agua desmineralizada para cuidar la salud, agua desalada para usos lúdicos…Ya no se produce en masa un solo producto hídrico, se produce agua a la carta y con precios  diferentes según los usos, ésta es la característica principal de lo que llaman  gestión “post-fordista” aplicada a la economía del agua.

El agua reciclada por lo tanto, tiene un mercado de futuro asegurado y aunque tiene un alto coste energético y económico, permite soñar a los tecnócratas ambientalistas (ecocracia) con un consumo de masivo de agua de modo indefinido a través de la desalacion y la depuración. De hay el slogan de la socialdemocracia ambientalista, “Agua para siempre”

De lo que no habla el PSOE y la izquierda ambientalista, es de que la llegada de agua al litoral mediterráneo, ya sea desalada o en trasvasada, supone dar carta blanca a los grupos empresariales para continuar con el proyecto de destrucción y artificializacion del litoral mediterráneo.

(Primera parte)

ORDENACION DEL TERRITORIO: CUANDO LA DOMINACION SE VISTE DE SOSTENIBILIDAD

El agua  es un elemento ligado intimamente a  los ecosistemas, incluso en su forma desvalorizada, donde continua formando parte importante de la diversidad de ambientes artificializados (trasvases, pantanos…), sometidos    a valorizacion tecnologica y a la gestion de las leyes de mercado.

La cesion de las competencias del Estado en materia hidrica (reforma de la Ley de Aguas diciembre 1999), permitio     la entrada en escena de nuevo gestores, que tomaron las riendas del proceso de  privatizacion y liberalizacion de mercado del agua.

La intervencion de los acuatenientes encabezada por multinacionales del agua (Aguas de Barcelona- Agbar),las Sociedades Estatales del Agua y la mafia de las comunidades de regantes, delimitó la gestion privada del recurso hidrico,  en aspectos tales, como la construccion de obras hidraulicas, la potabilizacion , depuracion  de aguas,el precio del hectometro cubico, asi como  en el control de las tarifas domesticas.

La  privatizacion de  los recursos hidricos  va a ser uno de los  epilogos destacados en  proceso de dominacion  de la economia capitalista sobre  los ecosistemas. La apropiacion de los recursos naturales y en especial del agua, se muestra sin duda como una de las formas mas criminales de robo.

No va a existir una gestión del agua-mercancía, sin que haya de antemano, una gestión del territorio asociado y de las actividades humanas que en él se desarrollan.

La Ordenación del Territorio, es el enfoque rector que supedita los recursos naturales y las actividades humanas, a la planificación capitalista. La OT ha sido la pieza clave para la reorganización productiva de la franja  mediterránea. En este proceso, han sido señalados estratégicamente, el agronegocio, el turismo, el área de servicios y la construcción, como los nuevos sectores con prioridad para consumir ingentes cantidades de agua, suelo, recursos naturales, energía y mano de obra precarizada.

La economía capitalista señala los espacios  competitivos (las oportunidades de negocio) y la burocracia medioambiental, dispara sus proyectiles  en forma de PGOU,  PMOU (Planes generales o municipales de ordenación urbana) o PORN (Planes de ordenación de los recursos naturales).

Estos Planes, regidos en teoría, por las directrices del Desarrollo Sostenible, son una  muestra clara de que la sostenibilidad del Desarrollismo, estriba en el  sometimiento  de los  territorios, los recursos y sus gentes, a la lógica del dinero y la circulación de mercancías. Cada Plan de Ordenación aprobado por un Ayuntamiento o una Comunidad autónoma, es un cheque en blanco de curso legal, que permite libertad de movimientos  a las corporaciones inmobiliarias, los operadores turísticos  y las multinacionales del agua y/o energía, para dejar su impronta destructiva sobre el territorio. A fin de cuentas, estas corporaciones se han convertido en las nuevas “tributarias” que han inundado de dinero negro tanto las arcas municipales,  como los bolsillos de los concejales y técnicos de los ayuntamientos.

La Ordenación del Territorio, como es lógico, esta  subordinada a  la planificación  de las infraestructuras y redes que favorecen la circulación acelerada de dinero, personas y mercancías  : Autopistas, trasvases del Tajo, Ebro o Júcar, gaseoductos,  trenes de alta velocidad, circuitos de coches, redes eléctricas y de fibra óptica, aeropuertos, puertos deportivos,  campos de concentración para el ocio y el consumo…Elementos directamente relacionados con la imposición de modelo de vida burgués y post-moderno, que queda contextualizado  por  la adicción a la velocidad, la producción de objetos standard, el narcisismo, la obsesión por la seguridad y por  consumo compulsivo de  tecnología de ámbito domestico.

El problema real de la Ordenación Territorio, no reside en la subordinación de la planificación territorial a la económica, sino en  el proceso de crisis y desmantelamiento de la planificación publica, en favor de la apisonadora neoliberal de las Confederaciones de empresarios. La planificación territorial del poniente almeriense y los litorales valenciano-murcianos ha sido proyectada desde los despachos europeos de las patronales de la alimentación, de distribución logística y de las corporaciones del agua o la energía, bajo las indicaciones del Mercado único de la UE.

El proceso de reorganización productiva del Arco mediterráneo, ha dejado unas “huellas” imborrables, que merece la pena analizar.

EL DISCRETO ENCANTO DE LA BURGUESIA AGRICOLA

La patronal del “agro-business” (ASAJA, COAG, UPA…), aliada tradicional del PP  en la “cruzada pro-trasvasista”, ha sido la principal peticionaria y consumidora de recursos hídricos.
Para la patronal agrícola, los trasvases, vengan de donde vengan, ya sean del Ebro, del Tajo o del Rodano, son la incógnita a despejar en  la ecuación: Clima benigno + 3 cosechas anuales + mano de obra barata + escasez hídrica =  ingente acumulación monetaria, que suele estar asociada a la diversificación de dinero hacia otros sectores.

El objetivo del agronegocio es acelerar, aun más si cabe, el proceso de  “hipervalorizacion”  del recurso hídrico, que llega a la tierra en forma de liquido trasvasado y  se exporta a los mercados nacionales y europeos en forma de agua-fruta, agua-verdura o agua-hortaliza. Se trata de extraer la mayor cantidad de “plusvalía” a un recurso como el agua, de riego o subterránea,  para que circule lo más velozmente posible sujeta a un tejido vegetal, por las plataformas logísticas de alimentación nacionales y europeas.

Para obtener estos altos niveles de “plusvalía hídrica” se necesita  imponer además, un régimen especifico de explotación, marginación y segregación de la población trabajadora, cercano a los limites de la esclavitud.
Tras de la imagen idílica del levante mediterráneo, al que muchos llaman  la “huerta de Europa”, se ocultan un arsenal de impactos medioambientales y sociales, a los que hemos optado por calificar como “daños colaterales”, por utilizar la jerga de los señores de la guerra, convertidos para ocasión en paletos adinerados administradores de la Nocividad. Entre los daños colaterales del agronegocio tenemos:

- La reconversión salvaje del territorio, por la transformación de vastas extensiones de cultivo de secano en regadíos ilegales, lo que incrementa aun mas si cabe, el desequilibrio hídrico.

- La sobreexplotación  de los acuíferos para alimentar  los regadíos híperproductivos. Los terrenos de cultivo regados por acuíferos en vias de agotamiento, van quedando progresivamente salinizados por la extracción conjunta de agua y sales minerales.

- La sobreexplotación de terrenos con un régimen de 3 cosechas anuales de monocultivo, que conduce a  la infertilidad y el agotamiento de la tierra. El abandono de terrenos sobreexplotados favorece el proceso natural de desertización o bien su reconversión terreno urbanizable.

- Las altas tasas de beneficio en el sector agrícola potencian la diversificación de la inversión especulativa en otros sectores como la construcción o la industria del ocio.

- La contaminación de aguas superficiales y subterráneas, unida al  envenenamiento progresivo de  tierra fértil  por el uso  combinado de fertilizantes, pesticidas y plaguicidas (Napalm agrícola).

- Absorción de las explotaciones agrícolas tradicionales por grandes “lobbys” agroindustriales, favoreciendo la extensión de un modelo neolatifundista y la reconversión de los agricultores en jornaleros o en trabajadores altamente precarios que buscan ocupación en otros sectores (desertores del arado).

- Plastificación del paisaje por la proliferación de invernaderos, convertidos  en verdaderos centros de experimentación bio-química y de contaminación genética por la utilización de semillas modificadas (Invasión transgénica).

- El agotamiento de las tierras de cultivo favorece el fenómeno de la deslocalización agrícola y la fragmentación del proceso productivo. Un ejemplo lo tenemos en las fábricas de conservas y zumos, que tienen la producción deslocalizada en Marruecos o Sudamérica, y solo conservan en Levante, el proceso de envasado y etiquetado de producto.

MEDITERRANEO GULAG: LA CRONICA DE UN DESASTRE ANUNCIADO

La reorganización territorial del arco Mediterráneo, fue el elemento  clave en  la fase de  transición de una economía de producción a otra asentada en el sector servicios (ocio, comercio, hostelería, teleoperadores, limpiadores, canguros…).

Las sucesivas sentencias de muerte dictadas al “fordismo agrario” desde  la Dirección general de política territorial, se concretaron en la máxima de que “invertir en agricultura tradicional, era invertir en pobreza”. El futuro quedó por tanto hipotecado al desarrollo de infraestructuras relacionadas con  la expansión del “tsunami” urbanizador y  la industria del turismo de masas.

Otros factores que intervinieron en el proceso de recambio del ciclo productivo, fueron la sustitución de cuotas de trabajo vivo por prótesis tecnológicas, el  desmantelamiento progresivo de los sectores económicos tradicionales (calzado, curtidos, conserva…) por efecto de la deslocalización productiva (Marruecos, China, Sureste asiático) y la falta de respuesta proletaria ante las sucesivas reformas laborales que venían anunciando el despido libre. Esta  combinación de situaciones dio como resultado una “fragmentación de lo social” de proporciones notables.

La expansión del sector  servicios ligado a la industria turística, junto al volumen creciente de oficios asociados la construcción, provocó que las relaciones mercantilizadas  escaparan de los polígonos industriales y se extendieran como una mancha de aceite por todo el territorio. La esfera de  subjetividad capitalista, es decir todo el lenguaje, los signos y los gestos asociados al sistema de cálculo monetario, se  infiltraron plenamente en los estratos existenciales de los trabajadores, demoliendo los últimos resquicios de ingobernabilidad y  solidaridad de clase. Objetos, sujetos y vínculos resultaron absorbidos por la lógica del valor y la violencia estructural del dinero.

Los automóviles, internet y la telefonía móvil fueron los  artefactos de dependencia, que lograron sujetar permanentemente a los trabajadores a las redes de circulación de mercancías,  a esa red de “autopistas monetarias” de peaje,  y virtuales, capaces de reducir cada gesto cotidiano (movimiento, lenguaje, información, sexo…) a la lógica del dinero.

Lo social, por otra parte, quedó fragmentado en una multitud se situaciones socioeconómicas  en el limite de la supervivencia, que redibujaron a un nuevo proletariado altamente precario, huérfano de las antiguas garantías que ofrecía el Estado del Bienestar de los 70-80 y que nada tenia ya que ver con aquellos moradores de la “sociedad fabrica” capaces de articular expresiones de rechazo al trabajo (absentismo, paros, huelgas…).
El Estado del Pacto Social se ha ido convertido progresivamente en un Estado gestor de la Crisis, de la Restructuración permanente, gestor del monopolio de la violencia y el control social en los periodos de trabajo-no trabajo y arbitro en la desregulación total del mercado laboral.

URBANISMO Y TURISMO DE MASAS

Como en un “remake” post-moderno de Bienvenido Mr. Marshall, tanto la clase política como la empresarial,  han intentado convencer durante años a los trabajadores, de que  las hordas de turistas ricos y de clase media europea  iban a constituir esa clase inversora que traería riqueza, trabajo y progreso a los territorios mediterráneos. La ola neocolonialista europea, ha logrado polarizar aun más si cabe, los estratos existenciales de la masa trabajadora. La aceptación entre los trabajadores autóctonos, del inmigrante rico que viene  a gastar dinero en duplex, spas, golf y paellas, es tan evidente, como el odio al inmigrante empobrecido, que viene a realizar el trabajo que ningún currela autóctono estaría dispuesto a asumir. Conforme se han ido esfumando las oportunidades de trabajo en el nuevo ciclo de crisis, el comportamiento y la psicología de la masa trabajadora  se ha ido corroyendo por la ignorancia y el tumor racista.

La clase política y empresarial, ha tenido un papel clave en el fenómeno de derechización de la sociedad, así como en el proceso de segregación y etiquetado del “otro”, del “diferente” : El rol del inmigrante rico, se ha ido asociando a las categorías del civismo, la educación, la limpieza, el silencio, inocencia ante el engaño comercial  y la privacidad cotidiana . El rol del inmigrante pobre queda relacionado con categorías negativas como la delincuencia, el ruido, la holgazanería, el hacinamiento, la suciedad o la trasmisión de  enfermedades erradicadas.

El inmigrante rico no produce, pero gasta dinero  en viviendas y servicios, el inmigrante pobre produce, pero  casi no  gasta dinero porque no lo tiene. En este planteamiento se basa la violencia estructural del dinero, en un ciclo productivo sometido a la terciarización y la expansión del capitalismo financiero.  En este territorio es prioritario el fortalecimiento del mercado de capitales frente al mercado de trabajo, (por ese motivo el Estado inyecta dinero a los bancos, pero no mejora la situación socioeconómica de los trabajadores).

El fenómeno de la marginación y la exclusión social se ceba sobremanera  con la fracción de trabajadores empobrecidos, que ya no tienen interés para la economía, que no tienen poder adquisitivo suficiente, que no son reductibles a la dialéctica del valor añadido. En dirección General del Ministerio del Interior y en  las judicaturas se esta preparando una nueva noche de los cristales rotos. La deportación de los pobres, de los parados, a sus países de origen o a las periferias metropolitanas ha comenzado y los campos de concentración ahora reciben el nombre de centros penitenciarios o de internamiento.

La renovación del ciclo productivo el Mediterráneo, esta íntimamente ligada a los dispositivos de transformación de las ciudades en metrópolis.

El objetivo del urbanismo post-moderno estriba en alterar las estructuras espaciales de las ciudades y ponerlas al servicio de la circulación de mercancías.

El modelo de imposición territorial en el arco mediterráneo  coincidiría  con la conurbación, es decir la fusión de diversos núcleos de población,  hasta configurar un inmenso aglomerado urbano interdependiente, conectado mediante autopistas, redes eléctricas y gaseoductos. Esta megalópolis abarcaría desde Cádiz hasta Genova, estableciendo como nodo fundamental  área metropolitana de Barcelona.

Las ciudades han sido progresivamente destruidas y transformadas en espacios banalizados, standardizados y sin identidad propia, en los que  la primera industria del estado español (el turismo) puede desarrollarse con plenitud  y sin obstáculos que alteren la paz social.

El urbanismo, utilizando criterios de racionalidad fascista eliminó todos aquellos espacios y rincones que no eran susceptibles  de control. Las calles han fueron ampliadas  y linealizadas para permitir la  circulación de coches. Los parques fueron transformados en techos de cemento para parkings subterráneos, minimizando o eliminado los asientos y la vegetación, para limitar al máximo el encuentro humano y la sociabilidad. Los centros comerciales y de ocio fueron desplazados hacia los cinturones periféricos de la ciudad,  fomentando la dependencia automovilística. El diseño militar de estos espacios de acumulación de capital, estaba  enfocado hacia el control de masas, mediante la parcelación de grandes áreas  videovigiladas y patrulladas por  ejércitos de guardias de seguridad. El concepto clave del urbanismo post-moderno ha sido la seguridad.

En la cuestion de la reorganización territorial   se impone el modelo de ciudad dispersa frente al de ciudad compacta. La ciudad dispersa  configura un mosaico desordenado en el que se mezclan viviendas tipo duplex o chalet, con terrenos de cultivo y zonas verdes. La ciudad dispersa invierte la relación numero de habitantes/ metro cuadrado, de modo que una pequeña proporción de habitantes ocupan mas superficie y consumen mayor números de recursos que una ciudad verticalizada y compacta.

Otro modelo de organización espacial relacionado con la ciudad dispersa lo constituyen las “islas Resort”. Un Resort es un complejo turístico de alto standing, del modelo americano, rodeado de campos de golf y habitado por colonos europeos con alto poder adquisitivo. Los resorts son recintos videovigilados que suelen estar enclavados junto a zonas agrícolas o lindando con espacios naturales, aislados del entorno por muros o vallas de seguridad   que le dan aspecto de “isla verde amurallada”. El contaste del islote de naturaleza artificial con el  paisaje semidesértico es salvaje. En la región de Murcia estas “islas”  ocupan aproximadamente unos 40 millones de metros cuadrados. En los resorts las corporaciones inmobiliarias  venden algo mas casas,  venden   un estilo de vida de corte burgués, en el que se reproducen todas las lacras de la sociedad capitalista: desvalorización del agua, la obsesión por la seguridad, la  standardización de comportamientos, aislamiento…
Estos resorts son los nichos soleados que aseguran  el progresivo   fenómeno geriatrizacion del litoral mediterráneo. Además tienen la capacidad  de hacer visible la dicotomía clasista y racista derivada de la restructuración territorial, matizando el contraste entre los inmigrantes ricos que habitan en el interior del Resort   (y que gastan unos 180 euros al día) y los inmigrantes pobres que trabajan de sola sol en los terrenos colindantes (y que gana 180 pero a la semana). Las islas resort son los espacios esperpénticos que separan las clases sociales por un delgado muro de vergüenza.

EL CIUDADANISMO EN TIEMPOS DE CÓLERA

El necesario e ineludible discurso antidesarrollista no ha llegado nunca a materializarse y cristalizar, con todas sus aristas, en el arco Mediterráneo.  Salvo honrosas excepciones no se ha planteado el conflicto en términos de confrontación contra la mercancía, la dominación tecnológica, el control social y la devastación ambiental. Debido a éste vacío, el timón de las protestas contra los desmanes especulativos lo han tomado  organizaciones y plataformas pro-ambientalistas, de marcado discurso ciudadanista y democrático.

La misma miseria pedigüeña se esconde bajo decenas de lemas y siglas distintas en todo el arco Mediterráneo como: “Coordinadora ciudadana en Defensa del Territorio”, “Murcia no se vende”, “Red Andaluza de Defensa del Territorio”, o la Valenciana “Asociación Abusos Urbanísticos No”.  La base social de todos estos grupos está formada por varias categorías que podríamos agrupar en:

b)     Ecologistastradicionales” como Ecologistas en Acción y Greenpeace. Legalistas que manejan mucha información técnica y poco uso eficaz de la misma.  Se han autoerigido en interlocutores válidos del desastre y su lenguaje ha sido absorbido por los tecnócratas del Estado.  Sus cuadros dirigentes han aprovechado la situación de conflicto para medrar, engordar sus exiguas filas e intentar dirigir las acciones sociales llevadas a cabo por las distintas plataformas y colectivos.  Dentro de sus filas pueden encontrarse personas recuperables para la lucha pero que han sido desaprovechadas y manipuladas por sus organizaciones formales.  Suelen celebrar las victorias parciales más ridículas obviando la globalidad del conflicto.

c)      Progres pro-ambientalistas: Es el prototipo del “ciudadano de bien” que protesta contra la especulación, aunque en realidad sólo cuestiona el excesivo número de viviendas y los posibles impactos ambientales. A este tipo de personajillos podemos encontrarlo en multitud de manifestaciones-pasacalles de distinto cuño: contra la guerra, contra la especulación o a favor de Palestina.  De lo que se trata es de protestar civilizadamente y volver a casa con la conciencia “tranquila”.  Entremezclados en estas agrupaciones se encuentra la vanguardia política y sindical.  Estos pagafantas esperan agazapados el momento oportuno para manipular y dirigir el conflicto según sus propios intereses partidistas (desde el psoe a  la extrema izquierda clásica: cnt, cgt, lcr, pcpe, pce…).

d)     Asociaciones locales y de vecinos: formadas por gente enfadada, con buenas intenciones pero que no saben como incidir de forma eficaz en el conflicto existente en su pueblo o ciudad.  Para solucionar su falta de capacidad de intervención, pensaron que lo mejor sería coordinarse con otros con los que compartan problemas.  Así se van aglutinando siglas muy diversas bajo el mismo lema, coordinadora o plataforma.  Confunden coordinarse (tomar decisiones entre todos los grupos de forma horizontal) con aglutinarse (ser muchos). Buscaron en la coordinación apoyo y recursos y lo que obtienen es invisibilidad de sus luchas locales y difuminación de sus objetivos inmediatos.  Con el paso del tiempo estas agrupaciones de vecinos se sienten fagocitadas por la supra-organización, pierden el ímpetu inicial y se desmovilizan, perdiéndose, a veces para siempre, un interesante grupo de personas con potencial de lucha.  A nivel sociológico nos parece importante reseñar que en el Mediterráneo no hay un sustrato social que haya interiorizado una cultura de lucha.  Es decir, se funciona por impulsos, a la defensiva y no suele crearse el tejido  necesario para afrontar las próximas contiendas que vendrán.  Es el eterno retorno y vuelta a comenzar, resultado de la dispersión, atomización y la incomunicación entre diferentes generaciones.

LA AMARGA MISERIA DEL CIUDADANISMO

1- El ciudadanismo es una ideología, pero además una ideología de derrota, de plegamiento al sistema democrático y al partido del Estado. Sus raíces ahondan en el desmantelamiento del viejo movimiento obrero y la pérdida de confianza en el “hombre-fábrica” como único sujeto histórico revolucionario.  Sustituyen a la clase obrera sin constituir una clase social. Consideramos que los ciudadanistas son el relevo alegre y desenfadado que aspira a  contestatario pero se contenta con chanzas y pasacalles.  Cuatro son las principales pautas ideológicas que les caracterizan:

a-Creen ciegamente en que la democracia por medio del Estado burgués es capaz de reformar el capitalismo.

b- Su proyecto central  es el de reforzar el Estado para poner en marcha su política reformista.

c-Los ciudadanos son los principales protagonistas y la base activa de esta política.

d- Consideran que el progreso económico, industrial y tecnológico es bueno en sí mismo y que la tecnología, bien usada bajo sus directrices, tendría una direccionalidad positiva para toda la humanidad.

La dura realidad se ha encargado de enseñarnos que la tecnología no es neutral porque está al servicio del capital y de las fuerzas represivas.  Que progreso es equivalente a destrucción, y que los intereses del Estado y de la partitocracia son totalmente contrarios a los intereses de las personas.

2- Las organizaciones ciudadanas caen en el error cuantitativo de confundir cantidad con calidad.  Es decir, el propósito es juntar mucha gente, preferiblemente en manifestaciones, para dar apariencia de oposición fuerte. Plantean el conflicto como una oportunidad para la legitimación simbólica de su posición ciudadanista. Como resultado  estas organizaciones crean la ficción de extender redes sociales horizontales que hablen del conflicto pero sin desarrollar un verdadero enfrentamiento: difundiendo luchas de baja conflictividad, suplicando reformas al estado y reivindicando su espacio político y social. La distribución de tareas prácticas dentro del área de la baja conflictividad como: manifestaciones, pegatinas, carteles, conferencias, conciertos, paginas Webs, concentraciones… suponen una actividad confortable que cualquiera puede hacer sin comprometerse demasiado.  Así con el paso del tiempo van falsificando el conflicto y vaciándolo de contenido, parcializando las áreas de actuación y perdiendo la visión global del porqué las cosas están como están.

3- El análisis crítico que hacen los ciudadanistas de la realidad es superficial y por tanto no plantean la lucha más allá del espectáculo.  En ningún momento han considerado protestar contra la causa principal de tanto despropósito urbanístico: la mercantilización de todos los aspectos de la vida.  Así mismo tampoco han pensado actuar contra los causantes: principalmente banqueros, políticos y empresarios.   O bien plantean el conflicto bajo el genérico “contra la especulación”, cuando especular es una actividad inherente al capitalismo, consistente en aplicar la lógica del dinero a cualquier cosa o persona que pueda ser vendida o comprada.  O bien identifican el conflicto con algún grupo particular de la mafia inmobiliaria (ver apéndice).

4- La izquierda ambientalista arrastra en su práctica  serias deficiencias organizativas:

e)     Cuando presumen de organización “asamblearia” y horizontal, en realidad nos encontramos con dirigismo jerárquico. 

f)         Como consecuencia existe centralización en la toma de decisiones que conlleva la paralización y difuminación de las diversas luchas locales.

g)     La información existente del conflicto no está bien utilizada; o no es comprensible para la mayoría de la gente; es sesgada de forma intencionada por los “vanguardia medioambientalista” o no señala directamente a los culpables, con nombre y apellidos.

h)      El límite de la lucha es el límite legal, es decir, es el Estado burgués el que pone las reglas del juego, el tablero y los dados.

5- Por último decir que los ciudadanistas confían en la justicia y la consideran un pilar básico del Estado para luchar contra los desequilibrios del sistema.  Por este motivo se felicitan cuando algún alcalde cateto de 3ª categoría es encarcelado.  Así  contribuyen a crear la falsa ilusión de que el propio sistema es capaz de corregir sus desvaríos.  A la vez, el sistema alienta a las organizaciones ciudadanas a continuar por el costoso, lento e inútil camino de las alegaciones y las recogidas de firmas, pensando que obtendrán algún resultado positivo, obviando que “no se puede combatir la alineación con métodos alienantes”*

Resumiendo, estas organizaciones nunca van a plantear el conflicto en sus términos correctos de enfrentamiento contra la destrucción y sus causantes.  Consideramos que los ciudadanistas sólo pueden ofrecer al estado garantías morales para la represión del que se atreva a mirar más allá y luche sin aspiraciones negociadoras, sin absurdas alternativas cívicas, con un lenguaje propio y unas formas organizativas que rompan la dictadura de la cotidianeidad.

¿Y AHORA QUÉ? ¿AHORA QUE ME VAIS A HACER?**

La mafia inmobiliaria, agraria y política nos había prometido “Agua para todos=desarrollo y riqueza para todos”.  Pero a finales del año 2008, comienzos del 2009 el espectáculo de crecimiento y prosperidad empezó a derrumbarse como un castillo de naipes.

El Mediterráneo es una de las zonas del Estado que con mayor virulencia está sufriendo las consecuencias de un nuevo ciclo de crisis capitalista.   Al mismo tiempo que cae el ladrillo desaparece la justificación del discurso ambientalista que tenían los grupos ciudadanistas.  Para ellos el problema residía en la invasión del territorio por el cemento.  Al frenarse la construcción masiva de urbanizaciones, su discurso se quedó sin argumentos. Comienza así la lenta agonía del discurso ambientalista.  Para el imaginario colectivo ciudadanista la crisis del sector de la construcción les ha hecho el trabajo sucio de parar el “tsunami urbanizador”.

Debemos añadir que no han entendido nada porque “una crítica del capitalismo sin crítica de la sociedad industrial es tan insensata como una crítica de la sociedad industrial sin crítica al capitalismo”***

Algunas consecuencias actuales:

I.    Por efecto de la saturación del litoral Mediterráneo las ratas del sector turístico han huido del barco, redirigiendo sus planteamientos destructivos hacia nuevos lugares del planeta menos explotados.  El objetivo es conseguir nuevos márgenes de beneficios y más facilidades para explotar a los obreros nativos y los recursos naturales de la zona.  Algunos ejemplos son Brasil, Costa Rica, países del Este Europeo e Indonesia.  Es la llamada deslocalización productiva del sector turístico.

II.      La construcción ha parado en seco, las casas no se venden y las delirantes expectativas capitalistas de llegada de riqueza en forma de divisas extranjeras no se ha producido.  Ahora los miles de votantes que se  creyeron el cuento han dado con sus huesos en el paro (o trabajan en negro y/o en precario), tienen hipotecas desorbitadas e inmuebles que compraron para hacer negocio y no pueden vender.

III.      Con la caída de la construcción se produce un efecto dominó que afecta a multitud de sectores asociados directamente a ella como: carpinteros, cristaleros, fontaneros, pintores, electricistas, escayolistas, transportistas,  etc… Pero también afecta al sector servicios: camareros, servicio de limpieza, animadores socio-culturales, monitores de tiempo libre etc  A todos estos trabajadores la realidad les golpea ya que tenían la certeza de que el trabajo les duraría para siempre.  Ahora están en paro porque los contratos fijos no eran más que una broma pesada, y sin perspectiva de encontrar una nueva ocupación porque el mercado decide que no están capacitados. Debemos reseñar que una parte de los obreros legitimaban en las urnas los trasvases y el modelo de desarrollo urbanístico salvaje.

IV.      Cuando  la demanda agregada de mano de obra cae tan rápidamente, todos los ciudadanos exigen al Estado que ponga en funcionamiento medidas fiscales expansivas y promocione la oferta pública.  De esta forma aumentará la demanda de trabajo pero sólo en una cantidad limitada y para el corto plazo.  Con esto se consiguen dos cosas principalmente: reforzar de nuevo al Estado (con todo lo que conlleva) y dar vía libre para seguir construyendo infraestructuras básicas para el desarrollo capitalista: (carreteras, aeropuertos, desalinizadoras, puertos marítimos…) y otras directamente represivas como nuevas cárceles, centros de extranjería y centros de menores.

V.      Ahora que se están generando amplias bolsas de excluidos y la situación social se está caldeando, el estado se dispone a tomar medidas que eviten que la gente dirija su ira contra los que les están jodiendo la vida:

i)        Todo el espectro político (patronal, sindicatos, derecha e izquierda) hace llamamientos desesperados por un nuevo “pacto social” que será la mejor garantía para evitar la conflictividad social.

j)        El estado y las autonomías se hacen cargo de la gestión de la devastación social y la miseria: ayudas de urgente necesidad, geriatría, servicios sociales, grupos excluidos, servicios educativos especiales.  Al mismo tiempo aumenta el número de efectivos de los cuerpos de represión del estado y su masiva presencia en las calles.

k)      Toda la red de ONGs y organizaciones cristianas se esfuerzan en tapar los agujeros que el propio sistema no es capaz de rellenar.  En forma de donaciones de comida, ayudas económicas, alojamiento, terapias de grupo…

VI.      El momento actual no es más que otra vuelta de tuerca a la clase obrera.  Una nueva oportunidad a la clase dirigente para exigir un nuevo abaratamiento del despido, reestructurar el mercado laboral y pedir a los obreros un “esfuerzo”, que en la práctica se traduce en: menos salario por las mismas horas, más movilidad, menos seguridad y en definitiva el empeoramiento generalizado de las condiciones laborales y la pérdida de derechos.  Se generaliza la flexibilidad en todos los aspectos de la vida, corroyendo el carácter de quien la sufre, generando ansiedad, resignación, inestabilidad, sensación de riesgo continuo e incertidumbre.  Esta situación es silenciada por los sindicatos que parecen preocuparse sólo por las cifras de desempleados y el número de expedientes de regulación de empleo.  También está el silencio cómplice y cobarde de la mayoría de la gente, que educada en el hedonismo y el egoísmo, piensan más en mantener su puesto de trabajo a cualquier precio, antes que acabar con todo lo que nos convierte en esclavos.

Apéndice:

Como ejemplo de la vaguedad de su análisis describimos un suceso que vivimos en una de las últimas manifestaciones organizadas por “Murcia no se vende”, que congregó a 15.000 personas. El recorrido habitual de la misma incluye la Gran Vía de la capital murciana, lugar donde se encontraban las sedes centrales de dos de las constructoras-destructoras más importantes a nivel nacional: Polaris World y Profusa*.  La primera se dedica en exclusiva al negocio de la especulación, por tanto, para darse a conocer y vender su producto estrella (islas resort) invirtió mucho capital en publicidad.  Como consecuencia la izquierda ambientalista relacionó especulación y destrucción del territorio con Polaris World, siendo uno de sus lemas-fuerza “No queremos un mundo Polaris” demostrando la superficialidad de su idea de la realidad.  Mientras tanto Profusa, igual de dañina que Polaris, no necesitaba tanta publicidad porque tenía un sustrato industrial muy fuerte que le permitía invertir en destrucción sin exponerse públicamente.  Como consecuencia de la simplicidad del mensaje que se lanzaba a la ciudadanía (Polaris=diablo), cuando la manifestación pasaba por la puerta de sus sedes, la de Polaris era acribillada a pegatinas, pintada, escupida e incluso alguien con buen gusto intentó reventar las lunas del escaparate.  Al mismo tiempo, justo en la acera de enfrente, la sede de Profusa quedaba prácticamente indemne.

*        Miguel Amorós “Las armas de la crítica”.
**      La Polla Records
***     Anselm Jappe
****    Promociones Fuertes S.A, perteneciente al grupo ElPozo, la  empresa de cárnicas más grande de España, donde ejecutan cada día a unos 9.000 cerdos.

lunes, 27 de junio de 2011

"La feminización del Estado: la mujer en el ejército"

Os dejamos el enlace de la charla "La feminización del Estado: la mujer en el ejército" de María del Prado Esteban Diezma que hemos proyectado hoy lunes 27 en el CSA. En lo sucesivo procuraremos proyectar más vídeo-charlas ya que generalmente aportan un discurso más inequívoco y autónomo. Salud.

Vídeo-charla "La Feminización del Estado: la mujer en el ejército."


"La figura de Idoia Rodríguez Buján, primera soldado muerta, en Afganistán, “por España”, la ministra de Defensa, el acto institucional que se celebró el Día de la Mujer Trabajadora en el acuartelamiento de Getafe (8 de marzo de 2007), son algunos de los símbolos de un ejército que está consiguiendo liberarse, a través de una habilidosa operación de mercadotecnia, del estigma franquista y aparecer con un rostro humano y amable, humanitario, solidario, profesional y feminista, pues se manifiesta, sobre todo, con facciones de mujer.

La misoginia, que fue un elemento constitutivo de los ejércitos en el pasado, no es su fundamento, pues lo esencial de la institución militar es la afirmación coercitiva del Estado y sus intereses (dominar y sojuzgar en el interior y luchar en la competencia por el poder a nivel mundial), así como el ejercicio del monopolio de la violencia. Si el Código Civil francés de 1804, copiado aquí por el Código Civil de 1889, estableció un sistema patriarcal concreto de opresión femenina fue porque las necesidades militares y productivas del primer liberalismo así lo demandaban, pero puesto que el régimen de dictadura estatal y capitalista se desenvuelve y desarrolla permanentemente, hoy las mujeres están llamadas a servir al sistema no como madres sino como soldados y policías, además de como mano de obra asalariada.

Bajo los gobiernos de la socialdemocracia (PSOE) y con el apoyo de la izquierda, incluida la más “radical”, el feminismo de Estado ha sido un factor decisivo para ganar a un sector de las mujeres para los proyectos del poder constituido, incluida su incorporación a las Fuerzas Armadas y los cuerpos represivos, lo que ha permitido un fortalecimiento del organismo estatal que ha visto reduplicado su capacidad de dominar y de oprimir, y un reforzamiento del militarismo y de la acción imperialista del Estado español en el exterior.

El Estado y su aparato militar han conseguido grandes éxitos con estas mutaciones. Dicha refundación, de hecho, del sistema de dominación implica modificaciones tanto en la conciencia como en la vida de la sociedad de una enorme complejidad, pues la transformación de la condición femenina que permitió su entrada en el ejército tenía que acompañarse no sólo de un cambio en la concepción del mundo de las mujeres, sino de una vertiginosa caída de la natalidad y la importación de personas, expoliadas a los países pobres, a través de la inmigración de masas.

El antimilitarismo de hoy tiene que partir de los cambios acaecidos en los últimos 25 años renunciando a esencialismos metafísicos, pues comprender al enemigo es la precondición de cualquier estrategia. Haremos para ello, en la charla, un repaso de algunos de los hechos más significativos ocurridos en ese periodo." 

 

viernes, 24 de junio de 2011

Extracto del la novela "54" publicada por el colectivo Wu Ming

"No hay ninguna "posguerra".
Los necios llaman "paz" al simple alejarse del frente.
Los necios defendían la paz sosteniendo el brazo armado del dinero.
Más allá de la primera duna, los enfrentamientos proseguían. Garras de animales quiméricos hundidas en las carnes, el Cielo lleno de aceros y humos, culturas enteras extirpadas de la Tierra.
Los necios combatían contra los enemigos de hoy avituallando a los de mañana.
Los necios hinchaban el pecho, hablaban de "libertad", "democracia", "aquí en nuestro país", mientras comían el fruto de razias y saqueos.
Defendían la civilización de sombras chinescas de dinosaurios.
Defendían el planeta de simulacros de asteroides.
Defendían la sombra chinesca de una civilización.
Defendían un simulacro de planeta."


Wu Ming, 54.

Charla Antimilitarista de Félix Rodrigo Mora

Bueno, aportamos más material de Félix Rodrigo. En este caso un vídeo de su charla titulada "Función del ejército en la Constitución Española de 1978: Dictadura política y militarismo".
http://radicaleslibresuam.wordpress.com/2010/12/14/funcion-del-ejercito-en-la-constitucion-espanola-de-1978-dictadura-y-militarismo/

jueves, 23 de junio de 2011

Nuevos enlaces en InflamableZine

Saludos, hemos añadido dos nuevos enlaces en el lateral del blog. Uno de ellos es a Reflexiones para la Revuelta (ya el nombre es bastante conciso) y el otro a Contraindicaciones (política, arte contemporáneo, amarillismo, proselitismo, demagogia). También os dejamos varias lecturas que consideramos útiles para profundizar en el análisis de los tiempos a los que nos ha tocado sobrevivir.