Contribución a la crítica del ciudadanismo :: La finalidad expresa del ciudadanismo es humanizar el capitalismo, volverlo más justo
Nos limitaremos a dar una definición
introductoria del ciudadanismo, es decir, que se centrará únicamente en
lo más evidente. El objetivo de este texto será empezar a definirlo de
una manera más precisa. Por ciudadanismo, entendemos en princípio una
ideología cuyos rasgos principales son 1) la creencia de que la
democracia es capaz de oponerse al capitalismo 2) el proyecto de
reforzar el Estado (o los Estados) para poner en marcha esta política 3)
los ciudadanos como base activa de esta política.
La finalidad expresa del ciudadanismo es humanizar el capitalismo, volverlo más justo, proporcionarle de alguna forma, un suplemento de alma. La lucha de clases es sustituida aquí por la participación política de los ciudadanos, que no sólo deben elegir a sus representantes, sino además actuar constantemente para hacer presión sobre ellos, con el fin de que apliquen aquello para lo que fueron elegidos. Naturalmente los ciudadanos no deben en ningún caso sustituir a los poderes públicos. Pueden, de vez en cuando, practicar lo que Ignacio Ramonet ha llamado la "desobediencia cívica" (ya no "civil", término que recuerda con excesiva incomodidad a la "guerra civil"), para obligar a los poderes públicos a cambiar de política.
El estatuto jurídico de "ciudadano", entendido simplemente como natural de un Estado, adquiere un contenido positivo, incluso ofensivo. En cuanto adjetivo, "ciudadano" describe en general todo lo que es bueno y generoso, aplicado y consciente de sus responsabilidades, y más generalmente, como se decía antaño, "social". Es en este sentido que podemos hablar de "empresa ciudadana", de "debate ciudadano", de "cine ciudadano", etc.
Mariposas del Caos - www.noticiasdelarebelion.info
La finalidad expresa del ciudadanismo es humanizar el capitalismo, volverlo más justo, proporcionarle de alguna forma, un suplemento de alma. La lucha de clases es sustituida aquí por la participación política de los ciudadanos, que no sólo deben elegir a sus representantes, sino además actuar constantemente para hacer presión sobre ellos, con el fin de que apliquen aquello para lo que fueron elegidos. Naturalmente los ciudadanos no deben en ningún caso sustituir a los poderes públicos. Pueden, de vez en cuando, practicar lo que Ignacio Ramonet ha llamado la "desobediencia cívica" (ya no "civil", término que recuerda con excesiva incomodidad a la "guerra civil"), para obligar a los poderes públicos a cambiar de política.
El estatuto jurídico de "ciudadano", entendido simplemente como natural de un Estado, adquiere un contenido positivo, incluso ofensivo. En cuanto adjetivo, "ciudadano" describe en general todo lo que es bueno y generoso, aplicado y consciente de sus responsabilidades, y más generalmente, como se decía antaño, "social". Es en este sentido que podemos hablar de "empresa ciudadana", de "debate ciudadano", de "cine ciudadano", etc.
Mariposas del Caos - www.noticiasdelarebelion.info
No hay comentarios:
Publicar un comentario