“Como estudiantes, indefectiblemente nos convertiremos en los
esclavos de categoría del sistema; nuestros estudios nos habrán otorgado
la posibilidad de acceder a trabajos que se le niegan al resto. Sin
embargo, nuestro accionar como profesionales conlleva indefectiblemente
el sometimiento cada vez mayor del resto de la población. Los
ingenieros aumentaran el índice de producción por persona, reduciendo la
cantidad de gente necesaria para los trabajos, aumentando así la
desocupación y las ganancias del capital. Los médicos alargarán la vida
de los trabajadores, haciendo más barata la mano de obra. Los
profesores formarán nuevos trabajadores calificados, los psicólogos les
harán soportable esta vida de sometimiento, los periodistas les dirán
que la mejor manera de pensar es la de los poderosos, los filósofos les
explicaran sus miserias. Cada uno de ellos gastará su sueldo en
comprar cosas que implican la explotación de otros, y así
circularmente.
La lucha no estudiantil, excede la lógica de la situación del estudiante en la Universidad, entonces, no sólo no pasa por el Consejo Directivo: no pasa por ningún tipo de lucha estudiantil, en tanto lucha separada. Reconocernos como proletarios, aquellos que deben vender su vida en dosis de 8 horas diarias (en el mejor de los casos) implica luchar como tales. Reconocer la explotación en nuestras vidas, en vez de pensar que los explotados viven en algún otro barrio más pobre que el de uno, no pasa por una cuestión de egoísmo o altruismo, sino que es necesario para poder construir con cualquier otra persona, la organización que nos permita luchar por nuestra libertad, no desde la superioridad del profesional, sino desde la humildad del simple humano.”
La lucha no estudiantil, excede la lógica de la situación del estudiante en la Universidad, entonces, no sólo no pasa por el Consejo Directivo: no pasa por ningún tipo de lucha estudiantil, en tanto lucha separada. Reconocernos como proletarios, aquellos que deben vender su vida en dosis de 8 horas diarias (en el mejor de los casos) implica luchar como tales. Reconocer la explotación en nuestras vidas, en vez de pensar que los explotados viven en algún otro barrio más pobre que el de uno, no pasa por una cuestión de egoísmo o altruismo, sino que es necesario para poder construir con cualquier otra persona, la organización que nos permita luchar por nuestra libertad, no desde la superioridad del profesional, sino desde la humildad del simple humano.”
Video:
Cririca al Movimiento Estudiantil
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