miércoles, 16 de noviembre de 2011

COLECTIVO APNEA PRESENTA A PEDRO GARCIA OLIVO


Nota autobiografica:



 Nací en 1961 en una pedanía de Fuente-Álamo, Cartagena, en el seno de una familia de clase baja. Mi infancia supo, quizás por ello, de la emigración, las dificultades económicas, la delincuencia alimenticia, los trastornos mentales, la escolarización tardía e intermitente,… He ahí un cuadro típico…

    Me licencié en Geografía e Historia por la Universidad de Murcia, donde cursé también estudios de Filosofía. Me doctoré en esa Universidad, con la tesis La policía de la Historia Científica. Crítica del discurso historiográfico. Como colaborador del Departamento de Historia Moderna y Contemporánea, en condición de becario, desarrollé proyectos de crítica historiográfica, de los que se desprendieron mis primeras publicaciones en revistas especializadas.

    Cooperé en Nicaragua con el régimen sandinista, en los tiempos del asedio de La Contra, trabajando en las cooperativas de desplazados de guerra de Matagalpa. Residí después en la Hungría tardo-socialista de fines de los 80, donde fui acogido como investigador-huésped por la Universidad de Budapest. Antes de eso, aprobé una oposición y ejercí no demasiados años como profesor agregado de bachillerato. Fueron los días de las denuncias, de los expedientes, de los escándalos de prensa, etc. Días de una práctica deliberada de la insubordinación docente. Otro cuadro típico…

    Abandoné la Enseñanza y durante ocho años me dediqué al pastoreo, viviendo de la explotación de un pequeño rebaño de cabras en una aldea de montaña del interior valenciano. Por razones de pobreza atenazante, solicité en el estío del 2001 el reingreso de excedencia; y di, hasta hace poco, clases de ciencias sociales y geografía en la SES de Alpuente. Padecí esa circunstancia como una contradicción intolerable. Me alivió pensar que, como anteayer, estaba solo de paso por la educación; y que aquel baño de infamiaacabaría algún día. El quince de octubre de 2010 renuncié definitivamente a la educación administrada; dejé de trabajar y dejé de obedecer, entregándome a la experiencia demoníaca de la extinción en libertad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario