Esto es una revuelta
Los proyectos de transformación urbana llevan mucho tiempo amenazando los espacios donde viven lxs habitantes de Estambul. Las primeras demoliciones de barriadas y, luego los 63 millones de metros cuadrados de bosques que serán saqueados para la construcción del tercer puente y centros comerciales unos detrás de los otros, hoteles de lujo y, mientras continúe el proyecto de peatonalización, el parque Gezi sería el siguiente. Lxs habitantes de Estambul continuaron resistiendo a todos estos proyectos que amenazaban la vida. Hasta que las excavadoras llegaron al parque Gezi y arrancaron los árboles; hasta que “un puñado de marginales” que reclamaron los árboles y sus sombras y dijeron: “No a la eliminación de los árboles, no a la construcción de un centro comercial en el parque Gezi”. Esta protesta se presentó como una acción “ecologista y pacífica”, hasta que la policía desató una operación a primera hora de la mañana y ahogó el parque con gas. El Estado debe sacar “muchos” beneficios porque intentó aplastar esta protesta pacífica tan fuerte como pudo. La violencia policial ha estado en aumento durante los últimos meses y lxs manifestantes se expusieron a ella de forma inesperada. Vinieron al parque Gezi diputados de los partidos de la oposición y artistas a protestar y apoyar a lxs que resisten, pero también tenían su papel en el terror de Estado.
El primer día de la demolición, el Estado no puedo conseguir lo que quería por esta situación, Lxs manifestantes se quedaron en Gezi por la noche. No se sabe si se esperaban un ataque por la mañana, pero echaron del parque a todxs lxs manifestantes en la redada policial de la madrugada. La policía quemó las tiendas de lxs manifestantes, las mantas y sus pertenencias. Los vídeos de lxs manifestantes expuestxs a continuos bombardeos de gases lacrimógenos y puestxs bajo custodia de forma violenta provocaron la rabia de todxs lxs que los veían.
Por supuesto, esta rabia no era rabia para una sola manifestación. Esta rabia se había estado acumulando, acumulando por la violencia policial en aumento.
Fueron los ataques con bombas de gas, las porras y las armas de fuego las que crearon esta rabia. Fue el 1º de Mayo prohibido, el ataque a Dilan Alp, las muertes de Şerzan Krut, Metin Lokumcu, Aydin Erdem… lo que creó esta rabia fue algo más que un par de días. Fue la opresión cada vez mayor, las restricciones, la censura, la explotación económica… lo que creó esta rabia fue el Estado ejerciendo el Poder en la gente de forma temeraria, implacable y sin cuestionar su legitimidad.
Aquellos que atribuyen/evalúan el “Levantamiento del Pueblo” como una forma de acción posmoderna deberían abrir los ojos a este hecho. La gente salió a las calles espontáneamente porque sintió la fuerte opresión social, política y económica. Los hechos no son ni sobre unos días de destrucción, como lo que los medios sordo-ciegos de masas dicen, ni están bajo la influencia de grupos`marginales´, como los líderes del Estado reivindican.
Es el momento de levantar el telón echado sobre los ojos. Se trata de una revuelta. Es la respuesta de la gente contra el terrorismo de Estado, la violencia policial y la explotación capitalista. Este es el fin de la legitimidad del nuevo poder estatal que se había ganado el amor de los demás Estados, instituciones internacionales y las corporaciones globales.
La democracia de la marginación, la otredad y el rechazo.
Es muy importante que la revuelta está sucediendo en un momento en el que la propaganda del poder del Estado es la “Turquía Democrática”. Por esta reacción al terrorismo de Estado, la gente perdió el respeto “democrático” al Estado.
La gente estaba en la calle en un entorno donde la libertad de las personas era ignoradada/se ignoraba, donde se torturaba y asesinaba a las personas arbitrariamente, mientras todos los medios de comunicación se convirtieron en la prensa oficial del Estado, y el Estado se está preparando para la guerra en los países vecinos y, mientras tanto, mata a su gente con sus propias manos.
La revuelta se extendió a otras ciudades el segundo día. La rabia compartida contra el terrorismo de Estado empezó a prender las calles de fuego en todas partes. La gente tomó las calles, no por el principal partido de la oposición o por las palabras de algunos líderes, sino por iniciativa propia, para responder a todo esto oponiéndose a la violencia policial y el terrorismo de Estado.Con esta conciencia, atacaron a la policía, los edificios estatales y templos de la explotación capitalista. Lxs que hicieron todo esto no eran “grupos marginales”. Esta fue también una rebelión contra el comportamiento otredad/conducta de del Estado hacia lxs que no obedecían su poder, contra las “políticas marginadoras” del Estado. Por otra parte el gobierno no tenía a nadie con quien negociar o tratar. Esta revuelta fue una acción directa.
El Estado ignoró la rebelión desde el principio. Se excluyó de la televisión, los periódicos y otros medios de comunicación. No solo ocurría en Taksim. La gente corría desde Beşiktaş, Harbiye y otros barrios de Estambul. El Estado cerró el parque Gezi y la plaza Taksim con todos los agentes del orden disponibles. Los enfrentamientos continuaron durante todo el día. La gente se enfadó más y más con cada bomba de gas, con cada bomba de sonido y detención. Resistieron la violencia policial con determinación. El casi millón de personas que llenó Taksim no dio un paso atrás; declarando que estamos aquí por la ignominia y la negligencia estatal.
El segundo día por la mañana, la violencia policial se hizo más intensa aún y habíamos recibido la noticia de las muertes y lxs heridxs. El Estado aterrorizó sin importarle ni su legitimidad, ni los derechos humanos ni la democracia. En una revuelta de dos días, el Estado se quitó las máscaras de los ideales y valores que había estado escondiendo. El Estado mostró su verdadero rostro a las personas. El monopolio de la violencia aterrorizó a lxs que resistían, no solo en Estambul, sino allá donde hubo acciones en solidaridad con Estambul. Aumentaron las noticias de muertes, de heridxs y de detenidxs.
Cuarenta horas en total… Después de casi cuarenta horas de enfrentamientos, la gente caminó desde la calle Istiklal a la plaza de Taksim. Los agentes del orden escaparon con todos los vehículos. Cuarenta horas se convirtieron en cuarenta años, la plaza se convirtió en el mundo para nosotrxs. Esta era la libertad de la revuelta. Nuestra pena eran nuestrxs amigxs heridxs y lxs que habían perdido la vida.
Luego el parque Gezi, luego Gümüşsuyu, luego Beşiktaş… Y, más allá de Estambul, se dieron disturbios en Sakarya, Kocaeli, Ankara, Adana, İzmir… En esta revuelta, que continúa, la motivación más importante que mantuvo viva la espontaneidad era compartir y solidarizarse. Trabajadorxs de la sanidad voluntarxs formaron centros médicos civiles para activistas afectadxs por la violencia policial, Organizaciones como asociaciones legales, Colegios de Abogados y asociaciones de derechos humanos apoyaron a lxs manifestantes detenidxs o en condiciones similares. Sindicatos como la Asociación Turca de Cámaras de Ingenieros Mecánicos convirtieron sus edificios en enfermerías. La gente abrió sus casas, lugares de trabajo, apoyaron con comida y bebidas. La gente se daba información a través de las redes sociales y crearon sus propios medios ante el silencio de los media.
Todos los sitios y todo el mundo se convirtió en la revuelta en contra del terrorismo de Estado, la violencia policial y todas las formas de explotación. La solidaridad social funcionó y sigue funcionando, allá donde las personas echaron al Estado de sus vidas.
Reservas hacia la revuelta
Los media que se quedaron “mudos” al principio de los disturbios, ahora intentan darle significado a la revuelta, por supuesto, el significado que sus jefes quieren. Dijeron que es individualista, temeraria , posmoderna, que es urbana o secular… Afirmaron a todas las personas que se echaron a las calles en estos conceptos. La vincularon a la Revolucuón de Terciopelo de Praga. Intentan vaciar una revuelta en contra del terrorismo de Estado, de la violencia policial y la explotación capitalista.
Los sectores a los que les molestó el partido en el Poder y su gobierno debido a conflictos económicos e intereses políticos (muchos pertenecientes a la clase alta y media-alta) empezaron a salir a la calle días depués. Estos sectores, que apoyaban a los anteriores dirigentes estatales, enfatizaban más la protesta contra el gobierno que la resistencia al terror de Estado y la violencia policial. Se debe tener cuidado en evitar las fuertes demandas reformistas que vienen de estos sectores, en un intento de bloquear esta nueva lucha de lxs oprimidxs contra el terrorismo de Estado, la violencia policial y la explotación capitalista. Estos sectores pueden intentar manipular la lucha hacia sus intereses políticos y económicos.
Los partidos de la oposición pueden intentar salir de esta situación de forma que le puedan sacar el máximo provecho posible, tal y como en todas las “primaveras”. El llamado a alejarse de los “grupos marginales”, mientras evalúan la revuelta, es la prueba más clara de que hablan con el lenguaje del Poder. Como en las revueltas de otros sitios, estos partidos que intentan ganar poder usando esta rebelión intentarán parar a aquellxs que se rebelaron de forma espontánea, sin líderes ni partidos.
Como estos sectores no son los organizadores del movimiento, no pueden imponer sus características socioeconómicas al público. Así que no pueden dirigir la acción, Además, su frase insistente “grupos marginales” consiste en los individuos que les molestan, pero también son lxs verdaderxs movilizadorxs de la revuelta. Asimismo, están conscientemente ciegos al hecho de que lxs otrxs oprimidxs de distintos sectores resisten, no solo en centros como Taksim y Beşiktaş, sino también en las zonas “de alrededor”. Sí, la revuelta tiene una ideología, pero no es una ideología que los media, los partidos de la oposición y varios grupos económicos intentan homogeneizar y despolitizar. La ideología de la revuelta es la consciencia del indivudo que siente el terror de Estado en aumento y la acción individual para luchar en su contra.
Esta revuelta se inició contra el terror de Estado, la violencia policial y la explotación capitalista, tal y como enfatizamos al principio. Esperamos que aumente con huelgas generales y que tengamos más oprimidxs en las calles y, con esta esperanza, alimentamos la revuelta. Nuestras reservas hacia la revuelta pueden convertirse en realidad más tarde,si esta se reduce a luchas de poder entre partidos opositores. Pero no somos oráculos. Lxs revolucionarixs no hacen predicciones inútiles del futuro y se sientan en una esquina. Bien sabemos que las revueltas como estas son momentos de movilización en el camino hacia la revolución social. Nuestra lucha anarquista continuará, pues, abrazando la revuelta con pasión.
Meydan Gazetesi (10 de junio de, 2013)
Extraido de: Contrainfo, http://es.contrainfo.espiv.net
¡A muerte con el capitalismo!
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