x Todo por hacer
Hace unos pocos días, Antonios, músico griego de
sesenta años, y su madre de noventa saltaron juntos/as al vacío desde la azotea
de un edificio de Atenas. Antonios estaba desempleado y su madre padecía
alzheimer y otros problemas de salud. Antes de suicidarse, había explicado que
no podía pagar una residencia para su madre y que los centros públicos no
admitían a ancianos/as con problemas de salud graves porque suponen una carga
que consideran excesiva. Tras afirmar que “estamos gobernados por ladrones y todos
sus acólitos”, Antonios explicaba que, pese a haber vendido todas sus
propiedades, no tenía dinero que le permitiera cuidar y alimentar a su madre.
El caso de Antonios, junto con el de Dimitris
Christoulas, el farmacéutico ateniense jubilado de 77 años que decidió poner
fin a su vida de manera pública, disparándose un tiro en la plaza Syntagma,
frente al Parlamento griego, y que dio lugar a protestas y a enfrentamientos
con la policía por todo el país, no son situaciones aisladas. Desde que comenzó
la crisis, los suicidios en Grecia no han parado de aumentar, siendo tres
personas las que diariamente se quitan la vida. El desempleo, las deudas, el
hambre provocada por la crisis económica y el desmantelamiento de los servicios
públicos y de la protección social, han logrado que desde el año 2009 la tasa
de suicidios en Grecia haya aumentado un 40%.
Esta situación se está dando también en Italia, donde
en los cuatro primeros meses de este año setenta y tres personas se han
suicidado por problemas económicos. En este país, los suicidios de esta índole
han aumentado un 25% en los últimos tres años. Para una asociación de
artesanos/as italiana “para muchos de los que optan por quitarse la vida, el
suicidio es un gesto de rebelión contra un sistema sordo e insensible que no
acierta a entender la gravedad de la situación. Es un verdadero grito de alarma
lanzado por quien ya no puede más”.
Italia: Cuando los impuestos matan
Al grito de "¡Asesinos!", doscientos/as
manifestantes intentaron entrar en la sede de Equitalia en Nápoles y cerrar las
oficinas, enfrentándose a la policía que trataba de impedirlo. Unos días
después, las oficinas de Equitalia en Livorno recibieron un ataque con cócteles
molotov, mientras que la sede en Roma recibía una carta bomba simulada, en la
de Viterbo explotaba un artefacto artesanal y en Sicilia cientos de
trabajadores/as de la fábrica de FIAT ocuparon las oficinas de la entidad.
Estas acciones fueron las respuestas a los recientes
suicidios de desempleados/as y pequeños/as empresarios/ as que, agobiados/as
por las deudas, han optado por quitarse la vida. Es la respuesta a la muerte de
Giuseppe, un albañil en paro que se quitó la vida al recibir una carta de
Hacienda en la que le exigían el pago de impuestos, y de Giovanni, otro
desempleado que se prendió fuego en Sicilia al no poder seguir pagando sus
recibos.
Equitalia es una entidad pública italiana creada en
2005, encargada de la recaudación forzosa de impuestos y multas que ha sido
duramente criticada por los métodos utilizados para el cobro de los tributos,
al cobrar intereses usureros y proceder al embargo de viviendas para conseguir
recaudar las cantidades adeudadas.
Frente a estos ataques, el Estado italiano ha optado
por la represión, cargando contra las manifestaciones y criminalizando las
protestas. Además, tras los disparos recibidos en la pierna por Roberto
Adinolfi, presidente de Asnaldo Nucleare, empresa dedicada a la construcción de
reactores nucleares, la ministra de Interior italiana ha propuesto utilizar al
Ejército para defender Equitalia y la empresa nuclear, manifestando que
“cualquier ataque contra Equitalia es un ataque contra el Estado” .
Así lo han entendido grupos organizados contra
Equitalia, justificando los ataques a la empresa afirmando que “no nos perece
erróneo hacérselo pagar a quien hace pasar hambre a las familias y suicida a
personas asfixiadas por las deudas con la excusa de luchar contra la evasión
fiscal”. Han denunciado que, al igual que en el Estado español, en el italiano
millones de euros de dinero público han sido vertidos en el pozo sin fondo de
las grandes empresas y bancos para su rescate, mientras se dejaban hundir los
servicios públicos que nos hacían la vida un poco menos jodida. Sostienen que a
la vez que se desmantela la enseñanza y la sanidad pública, el gasto en Defensa
ha aumentado en tres mil millones y medio de euros, y los recursos económicos
destinados a los elitistas y ecocidas trenes de alta velocidad no paran de
crecer. Por esto, afirman que el sistema tributario sólo sirve para desplazar
los recursos económicos de los explotados/as a los/as parásitos/as de la banca,
de los grandes grupos industriales y del Estado. Por ello, y en contra de otros
grupos que abogan por reformar Equitalia para hacer un sistema de recaudación
menos duro, su propuesta es la que desde esta publicación hemos defendido
siempre: la autoorganización y la acción directa. Mantienen que la solución
pasa por la autoorganización de las personas desde la base para hacer frente a
la violencia de los impuestos y las multas, identificando claramente a los
verdugos: el Estado y los Ayuntamientos. “Equitalia es sólo un fragmento del
Estado que nos agobia y nos obliga a ser peones de un juego en el que no
queremos participar. Es sólo un fragmento, pero se ha demostrado que él también
es vulnerable. Está en nosotros proseguir la lucha también contra este
monstruo, sin ninguna negociación y sin ningún intermediario.”
Noticias Relacionadas: Mayo 2012: No fue un suicidio,
fue un asesinato financiero http://www.todoporhacer.org/no-fue-un-suicidio-fue-un-asesinato-financiero
Extraído del nº 17 de la publicación anarquista Todo
por Hacer
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